No estamos acostumbrados a las adaptaciones en televisión, y mucho menos a las adaptaciones literales. Decimos "adaptación de serie norteamericana" y pensamos "Florencia Peña haciendo boludeces y morcilleando el guión". Llévenle a un guionista de Married with children un subtitulado de los Argento y no va a entender que se supone que es la misma serie.
En
terapia es un bicho aun más complicado, porque es la
adaptación de la adaptación: In treatment
es a su vez la americanización de un producto de origen israelí. Cuando empezó
este proyecto en Argentina, se habló de que iba a ser más similar al original que
la versión HBO que la mayoría de nosotros vimos. No puedo dar fe no habiendo
visto la original-original, pero hasta ahora es un calco de la norteamericana
con algunas adaptaciones necesarias para que tenga sentido en nuestro contexto.
Hay muchos motivos para no
coincidir con el planteo, algunos puramente psi, muy propios de nuestra
realidad sobre psicoanalizada: que no es psicoanálisis, que por qué atiende
parejas, que si las patologías están bien escritas o no, y blah blah. Me parece
que fijarse en esas cosas es irse un poco de tema: el planteo de la serie, por
lo menos de ésta y la norteamericana que ya vimos es dejar que un puñado de
actores, en un formato muy despojado y con un guión muy estricto, muestren lo
suyo. No es un simposio. Lo demás es una puesta minimalista, un poco de
dirección de cámaras y listo.
Entonces si hablamos de En terapia tenemos que hablar de
actores. El casting local hizo un par de apuestas por lo seguro, un par muy
arriesgadas y un par que son neutras. Digamos que ir por Norma Aleandro o
Leonardo Sbaraglia difícilmente sea un riesgo (solamente económico), que esta
chica Ailin Salas es una apuesta neutra y que poner a Julieta Cardinali
es un papel complicado y central podía salir o muy bien o terriblemente
espantoso.
De todos los castings igual, el más
complicado es el del personaje central: el psicoanalista, Guillermo en la
versión local. Cuando eligieron a Diego Peretti, supongo que dijeron "va
de taquito": más allá de su trayectoria actoral, Peretti es psiquiatra de
profesión y ya hizo un papel psi en Locas
de Amor. Y a mi entender Peretti es el principal problema del programa.
Todo el tiempo parece como que no se supiera la letra, y ...hace pausas en...lugares
raros que... no se... terminan de entender. Realmente parece que uno
escuchara a un actor amateur en una obrita de barrio. Y su personaje es
DEMASIADO central como para que pase desapercibido. El sentimiento es de
extrañeza, y afortunadamente, nos gusten más o menos, los demás actores no
hacen "actuación reactiva", porque si no todo el proyecto haría agua.
Una lástima, porque en otros sentidos da desde el Physique du rôle, la edad es la
correcta y los demás actores parecen responder bien en la interacción.
El resto del elenco como ya
decíamos, tiene una mezcla de cosas: Julieta Cardinali está mejor de lo que
esperaba, y el primer episodio de "Marina" (a quien los que vimos la
serie original conocemos mejor como Laura) es el más complicado. Sé que a
mucha gente no le gustó, pero creo que es más un prejucio que otra cosa.
“Volvete a Verano del 98” no es
una crítica seria, porque si no lo tendríamos que mandar a Sbaraglia de vuelta
a Clave de Sol y no es el caso. El
personaje tiene que ser así, linda, histérica, medio al borde.
German Palacios tiene un personaje
que es sumamente antipático, y saca la arrogancia necesaria a la perfección. Es
el personaje que requiere también una adaptación más radical para nuestro
medio, pero el pasar el marine a una fuerza policial tiene perfecto sentido en
nuestro contexto.
Ailin Salas no me termina de
convencer, pero también admito una cierta antipatía por el personaje tal como
está planteado, especialmente en los primero episodios. Mia Wasikowska lo hizo
suyo en su momento, tengo dudas que también sea el caso, pero habrá que dejar
pasar las semanas.
Sbaraglia y Fonzi estuvieron
impecables. Hasta cierto punto elegidos contraintuitivamente, dan cuerpo a esta
conflictiva (¿conflictuada?) pareja con credibilidad. Fonzi sobre todo,
haciendo de una mujer de armas tomar, sorprende por la fuerza y la
determinación. En el contexto de la serie, es probablemente “la sesión” que
menos me interesa, y sin embargo fue de los mejores episodios.
Alejandra Fletchner por ahora tuvo
una mínima aparición como la esposa de Guillermo. Este es un personaje menor
pero muy rico, y Fletchner es una actriz de la hostia que no me cabe dudas que
lo va a sacar a la perfección.
Esto nos deja finalmente con Lucia,
el personaje de Norma Aleandro. Hay muchas cosas para observar aquí: una
propia de la estructura del programa, que es la inversión de roles, con Guillermo en el metafórico “diván”.
Peretti curiosamente se ve mas cómodo, como que le sacaron el peso de encima,
aun cuando la posición del personaje es bastante a la defensiva (y aunque…
sigue haciendo sus…pausas… raras). La otra tiene que ver con Norma
propiamente dicha. Independientemente de su calidad actoral, Aleandro le trae
un peso muy especial al personaje, una por su edad y prestigio como actriz, que
en seguida la ponen en el lugar de “la maestra”, y la otra porque sabidamente
la esposa de un respetado psicoanalista en la vida real, y seguramente
psiconalizada por años y años, no está “diciendo letra”: mayormente SABE lo que
dice (aun cuando, bajo su propia admisión, no siempre coincida) y eso se nota a
kilómetros de distancia. Y acá vuelvo al principio: con su propio bagaje, sería
de esperar que Peretti también supiera, y sin embargo, algo se pierde.
Concluyendo, es una apuesta fuerte.
Admito que como tantos otros seguidores de las series, estamos esperando buscar
el punto de falla, el lugar donde los amateurs locales metieron la gamba. En lo
formal, está logrado: decorados, luz, cámaras, el respeto por el guión. En lo
actoral, tal vez haya que esperar a que un par de cosas se vayan acomodando. Y
ver si las resoluciones son las que esperábamos o agarran para otro lado.
Pero calculo que para el que esté
virgen de la versión o versiones originales, seguramente les va a parecer una
apuesta distinta, bastante arriesgada y con un lenguaje nuevo, y que vale la
pena prestarle atención.
Me incluyo en esa última: no conocía para nada la serie y me encantó.
ResponderBorrarSi me sentí desde un principio muy incómodo con Peretti y su "estoy en paz, semi-dudando" pero lo tomé como algo característico del personaje.
Como en la vida real, algunas personas no me caen bien por tal o cual cosa. No me cae bien Guillermo.
Excelente review :)