Cuando una
serie es un éxito, es muy difícil no tentarse de intentar prolongarlo
indefinidamente o “estirarlo” lo más posible. Por eso tenemos series que duran en el tiempo
cuando la chispa creativa esta largamente extinguida, o aparece lo que es el
tema de esta nota: el spinoff.
Un spinoff
(de “spin –off” , desprender de ) es una serie que toma algún aspecto de la
original (un personaje o personajes secundarios, una temática similar, el mismo
“universo” o uno de los protagonistas que sigue por su cuenta cuando la serie
madre termina). Los grados de éxito son muy variados, y generalmente poco
tienen que ver con la calidad o el éxito del producto original, si no con que
tan independientemente realizada este la idea de la serie ‘secundaria’.
A los fines
de esta nota no voy a tener en cuenta los fenómenos tan de los últimos años que
son las franquicias, como CSI y Law & Order, porque si bien parten
de un concepto similar (y sin lugar a dudas comparten un universo), son menos
integralmente un spinoff que una serie que explota temas y estilos similares a
un original. Tampoco las franquicias del estilo Star Trek, que en realidad no califican como spinoffs por ser
nuevos conceptos basados en uno original pero que no son desprendimientos
propiamente dichos.
El fenómeno
de los spinoffs comenzó en los 70 y curiosamente el primer registro mental que
tengo no viene de las series norteamericanas, si no de las inglesas: se trata
de George & Mildred, una serie
que seguía las desventuras del matrimonio del título, que eran los caseros del
departamento donde vivían los protagonistas de Man about the house (aquí se la conoció como Un Hombre en la casa). Estos disfuncionales personajes resultaron
ser lo suficientemente interesantes como para ameritar una serie propia que siguió
años después que la serie original desapareciera. De hecho, cuando Man about the house fue exportada
a Estados Unidos como Three’s company,
con muchísimo éxito, George & Mildred también tuvo su spinoff/exportación bajo el
nombre de The Ropers. Three’s
company es un buen ejemplo además de otro tipo de spinoff, el que suele ser
un fracaso: continuar la serie con parte del elenco, así fue como salió el
sonoro fracaso Three’s a crowd.
Laverne + Mork + Fonzie. Cerebros explotan |
Hay otros
dos casos importantes de los 70: El show
de Mary Tyler Moore y Happy Days.
El programa de MTM dio varios
spinoffs, y también dio con un secreto: el spinoff que cambia completamente el
tono de la serie. Si bien MTM dio a Rhoda
y Valerie (comedias similares, con
fuertes protagonistas femeninas), también dio lugar a Lou Grant, serie “de periodistas” con toques policiales, dramática y
de una hora de duración. Lo de Happy Days es más complejo. HD fue un éxito tan masivo que cualquier
cosa asociada con el mismo estaba destinada a ser éxito. Adicionalmente, algo
del mejor talento televisivo de la época estaba asociado tanto al producto
original como sus desprendimientos, así que había ciertos reaseguros. El
primero fue la inolvidable Laverne &
Shirley, que duro 8 temporadas, logro superar en ratings a la original y
dejar un buen recuerdo acerca de todos los involucrados. L&S transcurría en el mismo periodo de tiempo que Happy Days (los fines de los 50) pero se
diferenció que al mejor estilo Mad Men
se permitió avanzar el tiempo de a un año por temporada. El otro
desprendimiento de Happy Days es un
tanto más confuso: se trata de Mork &
Mindy. Porque confuso, dirán. Bueno, como les decía, Happy Days transcurría en los 50… y Mork & Mindy en “la actualidad”. No importó, M&M se
transformó en un hit monstruoso, lanzando al estrellato a Robin Williams.
Los 80
fueron la era de la power-soap, y como era de esperar, ambas icónicas series, Dallas y Dinastia, tuvieron sus spinoffs.
Dallas fue primero, con Knots Landing (que en Argentina, por
misteriosos motivos, se conoció como “California
Country”). Knots Landing fue un
ejemplo de cómo manejar exitosamente un spinoff: si bien sacaron a unos Ewing
lo suficientemente relevantes como para que el público los siguiera, crearon
todo un elenco alrededor que sostuvo la serie por 14 años, continuando aun
cuando la original ya había terminado. El spinoff de Dinastia fue The Colbys,
que era prácticamente un clon de la serie original (no en vano se la conoció inicialmente
como Dinasty II). Duró solamente un
par de años, y las similitudes permitieron que los rescatable del elenco fuera reabsorbido por la serie original. La falla
en este caso fue que el concepto de “universo compartido” fue llevado tan lejos
que era difícil entender que pasaba en una serie sin ver la otra.
Aaron
Spelling, el ideólogo detrás de tanto Dinastia
como los Colby, no escarmentó, y tampoco le fue mal: cuando en los 90 se encontró
con el super éxito de Beverly Hills 90210,
ni lerdo ni perezoso hizo su propio spinoff, Melrose Place, basado en una premisa un poco leve de conexión, pero
que cuando encontró el tono adecuado, tuvo sus propias alas. De hecho, una vez
que Melrose se independizó, pasó a
ocupar un universo tan diferente que una de sus protagonistas, Laura Leighton,
hizo de dos personajes completamente diferentes (y protagónicos) en cada una de
las series. Melrose a su vez dio su propio spinoff: Models, inc. El fracaso fue estrepitoso y tanto una pre-Matrix Carrie Ann Moss como la
ex Dallas Linda Gray prefieren que no
se vuelva a mencionar el tema.
En los 90
tenemos también al que probablemente sea el spinoff más exitoso de la historia:
Frasier. Frasier Crane era un personaje
secundario pero muy querido del elenco de Cheers.
Cuando esta serie terminó, tomaron sólo a este personaje, lo mudaron de ciudad,
le construyeron un nuevo elenco secundario y sostuvo su serie por 11 años
(Kelsey Grammer de esta manera hizo del Dr Crane durante 22 años contando a
ambas series). Algo similar intentaron hacer con Joey al terminar Friends.
Tanto personaje como público se merecían algo mejor.
No
califican como spinoffs, pero casi, los universos compartidos de ciertos
productores ejecutivos, concretamente David Kelly y Shonda Rhymes. Kelly en un
momento tenía dos series en el aire, ambas de abogados y que transcurrían en la
misma ciudad The Practice y Ally McBeal. Pero con dos
inconvenientes: estaban en canales diferentes y una era un drama de abogados
serio y la otra algo así como una comedia. De a poco, un juez que aparecía en una
de las series podía aparecer en la otra, y finalmente los elencos se cruzaron.
El hijo bastardo de ambas es una tercera serie también en el mismo universo: Boston Legal.
Shonda
Rhymes es la creadora de Grey’s Anatomy,
y ahí sí hizo un spinoff hecho y derecho en la forma de Private Pratice, y siguió el ejemplo de Dallas/Knots Landing dejando que cada una siguiera su camino, con
bastante éxito. Ahora lanzo una tercera serie, Scandal, que supuestamente no tiene relación con las otras dos,
pero que algunos ya intuyen pertenece al “shondaverse”.
Y cerrando
donde empezamos, volvemos a Inglaterra, donde los spinoffs siguen gozando de
buena salud, con Torchwood siendo un
exitoso desprendimiento de Dr Who, y
mis favoritas Life on Mars y Ashes to Ashes, que no sólo son la continuación
una de la otra, sino que para el final de Ashes
se cierra la historia que empezó en Life
(y tal vez se abre la posibilidad para una tercera. Pero estas dos merecen su
nota propia en el futuro cercano)
¿Cuáles serian
los spinoffs que les gustaría ver de las series actuales? Sally Draper en los
70 suena como una premisa a prueba de balas. Las aventuras de Mike de Breaking Bad no serian mala idea tampoco.
Los frecuentes invitados en The Good Wife
serian excelente material de spinoff también, y tal vez alguna de esas series
moribundas de la NBC podrían dar a luz a nuevos retoños.
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