ESTE COMENTARIO CONTIENE SPOILERS. LOS SPOILERS REALMENTE SERIOS ESTAN AL FINAL DE TODO Y PUEDEN SER IGNORADOS
¿Por dónde
empezar, entonces? Estrictamente hablando ya
empecé, pero la idea aquí es focalizarnos un poco más en esta película en
particular y no toda la “saga Nolan”.
Antes que
listar todos los problemas y detallecitos de la película, déjenme hacer una apreciación
general: la película me gustó y mucho. A pesar de ser larguísima y considerar
que tiene por lo menos media hora obviable, nunca se hace pesada y mantiene el interés,
aun a pesar de sí misma por momentos. Esta bellamente filmada, bastante mejor
actuada de lo que se puede esperar para el género y logra algunas cosas que no esperaríamos
del director, tal como hacer un personaje femenino interesante (Selina Kyle,
nunca oficialmente llamada Catwoman en toda la película, mas sobre este y otros
prejuicios nolanescos mas adelante y en el pre-comentario del otro día). Cumple
con la función de cerrar de algún modo la trilogía, aun si uno no está de
acuerdo con el cómo se cierra la trilogía. Y siembra suficientes cositas en
caso que otro director decidiera seguir trabajando en este universo en lugar de
hacer un reinicio total (cosa que dudo que suceda, de todos modos). Para contestar
la pregunta del millón: no, no es mejor ni está a la altura de su antecesora, The Dark Knight. Si es bastante superior
a la primera entrega de esta saga, pero también debo admitir que esa película me
genera mucho rechazo y sencillamente me aburre. Christian Bale sigue siendo uno
de los peores Batman de la historia (tal vez un poco mejor Bruce Wayne) y Gary
Oldman levantaría hasta una de la saga crepúsculo protagonizada nada más que
por K-Stew.
El problema
esencial es, claro, que no es una película de Batman. Al punto que el
protagonista mismo queda relegado a un simple papel “de reparto”. Pero, a
diferencia de The Dark Knight, que
tampoco era una película de Batman, pero por lo menos era una película sobre el
Joker, TDKR es una película sobre…
tal vez Ciudad Gótica. Y sobre Jim Gordon, Lucius Fox, Alfred Pennyworth y otra
gente de la tercera edad. Y sobre un policía que se merecía su propia película llamado
John Blake. Y sobre el directorio de Wayne Enterprises, en particular la
señorita Miranda Tate. Y sobre el mercenario anarquista más organizado del
planeta, Bane. Y sobre los fantasmas de tres personajes que se vieron en las películas
anteriores: Ra’s Al Ghul, Rachel Dawes y
Harvey Dent. Como pueden ver, una larga, muy larga lista de personajes, que
seguramente se podría simplificar para dejar lugar a Bats (no más Wayne, que se
pasa demasiado tiempo moribundo en pantalla para mi gusto) y probablemente a
Selina, que ilumina el primer cuarto de película para desaparecer por unos
cuantos rollos y reaparecer al final.
Y además,
cuando Batman aparece… es un Batman bastante flojo. Un Batman con menos
habilidades de detective que El Chapulin Colorado, que se apoya demasiado en
sus juguetes, todos diseñados por Fox y con mínima participación de él mismo. Un
Batman que, en directa oposición de la caracterización de “Batman omnipotente e
invencible” de los últimos 25 años en el comic y casi todas las películas,
inexplicablemente le va al choque a Bane, en un mano a mano en su propio
territorio en un amateurismo tan poco característico que solo se justifica por
una vuelta forzada de guion para pasar de punto A al punto B necesario
(concretamente: Batman roto, el motivo por el cual Bane fue creado en primer
lugar hace unos 20 años). Y un Batman que tiene que resolver una situación irresoluble,
la resuelve de una manera implausible, y encima en unos 30 segundos que parecen
filmados a último momento para complacer a un ejecutivo nervioso que debe haber
gritado “no! No la podes terminar asi!”, se le quita todo el dramatismo. (Sin
spoilear abiertamente los últimos dos minutos de película, tal vez el fernecito
que se toma Alfred estaba más fuerte de lo que creíamos y está alucinando).
Hablar de “el
argumento” de la película es medio complicado, por lo convulsionado, así que
como exprese mis reservas sobre Bats en el párrafo anterior, revisemos que pasa
con los otros personajes:
Bane es
bastante más interesante de lo que se podía esperar siendo lo bidimensional que
ha sido desde su primera aparición. Sus motivaciones y modus operandi son
bastante discutibles (recordemos que acá no está la ‘excusa de la locura’ usada
con el Joker) y la vuelta de tuerca del final le agrega levemente una textura adicional.
Tom Hardy la verdad que hace milagros con una caracterización realmente antipática
(el personaje tiene la mitad inferior de la cara cubierta durante toda la película,
por lo cual Hardy tiene que actuar con los ojos y en una voz casi en off,
claramente regrabada porque en los primeros adelantos no se entendía una
palabra de lo que decía).
Selina está
brillantemente lograda, mérito de Hataway que mucha gente (yo incluido) no le tenía
confianza y lo hace con el grado suficiente de sex appeal, ironía, encanto y ambigüedad
moral. Más que ningún personaje, tiene que pelear con la caracterización definitiva
del personaje de Michele Pfeiffer, y lo hace más que bien, algo de lo que también
se hace cargo Nolan, calcando casi toma por toma la clásica escena del baile de
mascaras de Batman Returns entre
Pfeiffer y Michael Keaton, al punto que uno espera que empiece Face to Face en
cualquier momento.
Bonus points: Holy!
Bonus points: Holy!
Los policías
de Ciudad Gótica están representados por tres personajes: el Gordon de Gary
Oldman y dos personajes nuevos: un trepador, Foley, encarnado por Matthew
Modine y un novato súper capaz que es inmediatamente apreciado por Gordon y Wayne,
John Blake, interpretado por Joseph Gordon-Levitt. El personaje de Modine (uno
de los tantos que se podrían cortar de la edición final) tiene como objeto
contrastar la nobleza de Gordon y Blake. Gordon, claro, es el centro moral de
la trilogía, y su ambivalencia con respecto a lo sucedido al final de The Dark Knight es su motor, y también la
justificación de unos de los deus-ex-machina más absurdos de la película (lo
que es mucho decir, porque estos abundan). Y Blake es la esperanza, los ojos y
las piernas de un Jim Gordon incapacitado y un aliado clave para Batman. Es también
la única persona haciendo algo de trabajo de detective, que siendo que la dupla
de hombre murciélago-comisionado de policía se supone que son los mejores
detectives del planeta, nos muestra otra cosita que Nolan no entiende de estos
personajes. (En serio, ¿Jim Gordon necesita que le tiren el yunque en la cabeza
para darse cuenta quién es Batman?). También para cualquiera que alguna vez
haya leído un comic de Batman en su vida, antes de la media hora de película ya
le queda más que claro qué lugar en la mitología ocupa este personaje, y la “revelación”
del final es totalmente innecesaria (otra de esas cosas que parecen agregadas a
pedido de alguno de esos que menosprecian la inteligencia del publico).
Y hablando
de mitología, tenemos también a Miranda Tate, otro personaje en apariencia
fuera de continuidad, que es la clásica mujer de dudosas intenciones de las películas
de Nolan. Generalmente interpretada por Marion Cotilliard. Chicos, si hacen
otra peli juntos, búsquenle otro papel, porque si no queda medio telegrafiado.
Toda esta
mezcla de personajes, mas los reiterativos viejos sabios protagonizados por
Freeman y Caine hacen que la película pierda por muchos momentos foco, de la
misma manera que el ‘comentario político’ general, del que me voy a abstener de
comentar por ser demasiado polémico para las intenciones de este blog. Entonces
cuando funciona, es fantástica, pero por muchos momentos no funciona si uno va más
allá del impacto. Misma película, director y elenco, con un poco de control
(otra voz guionista, un editor más severo, alguien que diga “Nolan, mejor no”)
hubiese sido excelente, así simplemente se limita a estar muy bien por
momentos, y decepcionante por otros.
Comentarios
spoilerificos serios de aquí en mas. Váyanse si no los quieren leer:
- Desde el mismo momento en que se sumaron al elenco dos actores del cartel de Cotilliard y Gordon-Levitt al elenco para hacer de personajes que “no existen” en el mundo comiquero, estaba claro que era pescado podrido para distraer de algo más serio. No nos equivocamos.
- Cotilliard-Miranda como Talia Al Ghul tiene completo sentido en la mitología tanto del comic como del Nolanverse. También ese encuentro hot con Bruce. Hubiese preferido que no la mataran (además, que escena de muerte berreta…) y que se descubriera que está embarazada. Bienvenido a casa, Damian Wayne.
- No hacía falta usar la palabra ‘Robin’, no hacía falta. Estaba telegrafiado que Blake terminaría siendo un bati-personaje. Que según el final de la película sería más adecuadamente un Batman II ( con Damian como Robin, no maten a Miranda!) o en todo caso, un Nightwing.
- El cameo de Liam Neeson era esperado y coherente en el Nolanverso, pero ¿alguien me puede explicar la erección que tiene Nolan con Cilian Murphy?
- Todo el argumento de la bomba no resiste el más mínimo análisis. Hacerla explotar ahí nomas, tampoco. Tal vez si el “el rey ha muerto, que viva el rey!” para cerrar la trilogía. Pero entonces no me hagas aparecer al rey muerto en la última escena. Prefiero, una vez más, autoconvencerme que fue una alucinación de Alfred.
- Y ok, supongamos que sí, es cierto, se las tomaron juntos a Italia a comenzar una nueva vida… ¿se fue con Selina porque en toda Ciudad Gótica hay solo dos mujeres y Miranda está muerta? Porque no hay indicadores de romance de ningún tipo hasta el ‘beso cliche’ a final. Si Selina vuelve no es por sentimientos, es porque es “lo que hay que hacer”. Si, es el destino de Bruce terminar con Selina, pero no en el Nolanverso.
Me hiciste reir mucho, me gustó la crítica. Aunque me pareció un poco estricta (por no decir demasiado).
ResponderBorrarEntraría en detalles con cada comentario que hiciste pero me parece que quedaría un poco infantilezco, peleador.
A mí me pareció espectacular en todos sus sentidos, salvo los detalles poco creíbles como que Batman sobreviva a una bomba nuclear, o no saber con certeza qué es lo que pasó con Bane, pero me parece que por tratarse de una historia basada en un comic este tipo de cosas pueden suceder, y de hecho está bien que sucedan.
Creo que lo que le falta a tu crítica (mencionás que en este blog no se puede o algo así), es la lectura política de 'Anarquía vs. Orden' y 'sacarle a los que más tienen para darle a los que menos'. La verdad es que una crítica que no mencione este rasgo de la película me parece, al menos, injusta.
Los imputs psicológicos de la trama también vale la pena mencionarlos: Por ejemplo Alfred teme que Batman actúe queriendo fracasar, no conscientemente, claro; o el médico en el pozo le dice a Wayne que su error es no temerle a la muerte, que la muerte es el mayor impulso con el que cuenta el ser humano (frase con tinte psicoanalítico y filosófico).
También destaco la idea que sobrevuela tanto en la película anterior como en esta, y que da lugar a debate: ¿Está bien ocultar una verdad para resguardar al otro? Alfred quema la carta de Rachel y le oculta sus verdaderas intenciones para no herir al millonario, y por otro lado, Gordon, que oculta los horrores de Dent para no dañar la intachable imagen del ciudadano de Gótica y que el pueblo no pierda las esperanzas. ¿Está bien lo que hicieron?
En varios momento de la historia se hace referencia a las sombras, Batman como aliado de las sombras, Bane que nació en ellas. Y se hace una interesante analogía entre ambos personajes, como si se tratase de una misma cosa, dos caras de una misma moneda (algo bastante junguiano, me gusta eso de Nolan, todos pueden ser buenos o malos, es una cuestión de elección).
También le temía a esta gatúbela pero no me defraudó. Aunque considero superior a la de Burton (al punto de legendaria en la historia del cine), me parece que esta es más fiel a la del comic y si iba a terminar con el hombre murciélago está bien que no sea tan reventada, decadente, descarnada como la de la Pfeiffer.
Bueno, hay bastante para seguir aportando, pero creo que eso es lo más importante que faltó decir, según mi humilde criterio.
¡Saludos! =)