miércoles, 29 de agosto de 2012

Clavar o retorcer, es tu elección: Sobre el aniversario de Confide in Me


Stick or twist, the choice is yours. Hit or miss, what’s mine is yours.

Es fácil decir que una canción o un disco fue un “momento definitorio” para un artista, pero pocas veces eso significa realmente algo. “Definitorio” tendría que ser reservado para esos momentos que marcan claramente un antes y un después, que despejan un aspecto desconocido, marcan un nuevo rumbo, influencian a todos a su alrededor.
Hoy justamente se cumplen 18 años (y no quieran saber como estoy acusando recibo de esos 18 años…) de la salida al mercado de Confide In Me, el single de Kylie Minogue que merece llamarse, más que ningún otro, momento definitorio. Si escuchan la canción, disponible un poco más abajo, aun sin saber nada de Kylie, se van a sorprender un poco. Tal como lo escuchan es como se mandó a la radio, no es una versión para el video: así con su introducción ambient  de 50 segundos, orquestal de un minuto y siete segundos hasta que entra la batería, y 1 minuto 26 hasta que Kylie empieza  a cantar. Y cuando aparecen las voces, tampoco son lo que uno espera, al menos no para un disco pop de la época. Mucho menos la vocalización del estribillo (dato de color: esto fue 4 años antes de Ray of Light). Estamos hablando de una canción climática, oscura, muy de la época (pensar Debut de Bjork, Blue Lines de Massive Attack), pero no muy de la chica que cantaba I Should be so lucky
La elección no fue arbitraria, se trataba de artista y compañía tratando de hacer una fuerte declaración: ”esta no es la Kylie que ustedes conocían”. Kylie había dejado al mundo Stock Aitken y Waterman/PWL y firmado contrato con lo que era un sello de casi avanzada en el momento, deConstruction. Se trataba de lanzar una Kylie adulta, apoyándose en la buena recepción que su imagen sexy estaba teniendo entre la prensa musical y los muchachos indie, y aportando una capa de “coolness” sin descuidar al publico nuclear (la comunidad gay) que también estaba pasando del pop ochentero a variantes dance más sofisticadas. Quedaba por el camino el público “ama de casa”, pero seguramente eso también era una decisión estratégica.
Mucho se habló de ese primer disco para deConstruction que finalmente se conoció simplemente como “Kylie Minogue” (entre los fans, es “el de la tapita blanca”): que incluiría colaboraciones con todo el mundo (Prince, Lenny Kravitz, Prefab Sprout, The Grid, M-people, los Pet Shop Boys, Saint Etienne), que iba a ser un disco “dance”, que trabajaría con los productores de música bailable del momento, que estaba preparado para que fuera un éxito en Estados Unidos… Poco de eso se materializó (si PSB y M-People, los Prefab y Saint Etienne quedaron relegados a las caras B del Confide, The Grid no aparecerían en escena hasta el disco siguiente, Prince y Lenny, cri-cri. El disco no vendió ni dos copias en EE.UU y la compañía que lo editó quebró al poco tiempo), el disco contiene algunas cosas medianamente bailables pero también mucha balada, y los verdaderos productores son los Brothers in Rhythm.
Siguiendo a los BiR, David Seaman y Steve Anderson, es donde podemos entender mejor de donde salió el Confide ( Seaman y Anderson no solo produjeron sino que también escribieron la canción ). El  ADN de la Kylie modelo 90s estaba ya en la primer colaboración que había tenido con los BiR al remezclar su poco escuchado simple Finer Feelings, aun de la etapa SAW. 

Fieles a su estilo (a diferencia de otra gente contemporánea, Seaman era y es DJ, pero Anderson es músico clásicamente entrenado y arreglador), en lugar de transformar lo que remezclaban en un house indefinido, siempre agregaban elementos de alta musicalidad, aun cuando los resultados no fueran completamente bailables, jugando a las fortalezas de las canciones y respetando a los cantantes. Todos los clásicos elementos Brothers in Rhythm están en Confide in me: los arreglos orquestales, la percusión sincopada, la estructura clásica estrofa/estribillo/estrofa/estribillo/puente/estribillo/estribillo, la larga introducción instrumental, el jugar con la fortaleza vocal del intérprete.
El lanzamiento no escatimó gastos ni impacto: cautivantes fotos en blanco y negro de la cantante en la tapa de todas las revistas imaginables, pero con especial énfasis en las de moda  y estilo, como The Face o iD, presentaciones televisivas “no tradicionales” como la de Top of the Pops acompañada por un cuarteto de cuerdas y cantando las voces en vivo. Y el video. ESE video. Dirigido por Paul Boyd, nos mostraba 6 Kylies alternativas, algunas de alta carga erótica, y la invitación a llamar al 1-555-Confide para “inmediata comprensión” en todos los idiomas.

Confide in Me se transformó en un clásico de Kylie, fue interpretado en todas sus giras a partir de ese momento, a veces radicalmente reinterpretado (Steve Anderson sigue siendo hasta este día el arreglador de los shows de Kylie) como la versión con scratching hip hop del Fever Tour o la electroclash del más reciente Aphrodite y está identificado como el mejor momento de ese raro periodo experimental. Es también la canción de Kylie que más veces fue “covereada” por otros artistas sin toques “irónicos”, desde los Sister of Mercy tocándola en vivo a mediados de los 90 a la cautivante versión de Hurts, amigos, colaboradores y espíritus afines de Minogue.

Como con todos estos aniversarios, por un momento nos viene la sobriedad por nuestra propia edad, en segundo lugar un poco de sorpresa en la longevidad de la carrera de ciertos artistas, y finalmente,  maravillarnos en lo perdurable de esta canción, que en su momento algunos consideraron como el final de una carrera y algo que pasaría al olvido, y que el tiempo probó que no podría estar más lejos de esa evaluación.

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