martes, 29 de enero de 2013

No me simpatizas: Sobre Girls y otros personajes desagradables

Acabo de terminar en poco más de una sentada los 12 episodios que se emitieron hasta hoy de Girls, la tan comentada comedia de HBO que acaba de ganar algunos premios. Todavía no puedo decidir si me gusta o no (el hecho de que haya tomado el raro compromiso de bajar los episodios semanalmente, apunta ligeramente hacia el “si”), si sé que puedo estar bastante de acuerdo con algunas de las críticas que se le han hecho (muchas de ellas, lo admito sin problema, son generacionales: claramente estoy demasiado viejo como para empatizar con muchas de las problemáticas). De las críticas/comparaciones con las que se suele caer más en el lugar común, la más notoria que se me ocurrió fue el paralelismo con Sex and the City. La trama de las 4 solteras en New York, una de ellas escritora y el resto de los arquetipos se presta a eso, sin embargo, lo que más me resulta similar a S&TC es que al igual que Carrie Bradshaw, Hanna Horvath, la protagonista de la serie encarnada por la creadora/guionista/directora Lena Dunham, es uno de los personajes más antipáticos que se haya visto en la pantalla. Egocéntrica hasta el punto del autismo, pésima amiga, mala compañera, con una ética dudosa, bastante reacia al trabajo, mentirosa sin culpa, auto engañada con respecto a su talento… y sigue la lista.
Claro que Hanna no es solo la heredera de Carrie, sino de una larga lista de personajes desagradables y misantrópicos que pueblan la pantalla de las series norteamericanas en los últimos 10 años. La lista es eterna, de hecho, la cadena Showtime, hasta la aparición de Homeland, se dedicaba solamente a los personajes fallidos: Dexter Morgan, Nancy Botwin, Jackie Peyton, Hank Moody. Se puede discutir que Dexter, independientemente de ser el protagonista de la serie, también es el villano o al menos antihéroe, algo que también se puede argumentar de Tony Soprano y Walter White, y justamente por las temáticas de estos programas (asesinos seriales, la mafia, la fabricación y tráfico de drogas), estamos más dispuestos a perdonarles algunas cosas. Es más, aunque el psicópata en nosotros esté siempre deseando que salgan bien parados, tampoco nos sorprende o nos cae del todo mal que tengan que pagar algunos platos rotos de vez en cuando.
Pero en la estructura de comedia, hay un límite hasta donde podemos actuar como son nuestras personalidades en twitter, sarcásticas y sin corazón, especialmente cuando no hay contrapeso. La herencia de Seinfeld es pesada en este caso, pero es como si la fórmula se llevara cada vez más hasta el extremo. Curve your enthusiasm comparte el ADN de Seinfeld, por supuesto, pero es otro ejemplo: llega un punto donde ver al George Constanza de la tercera edad que es Larry David pasa de ser “incómodo pero gracioso” a “insoportable”. Y el “realismo exagerado” no es excusa: el ejemplo más claro es Louie, que logra equilibrar ese elemento de odio a la humanidad y egocentrismos que todos tenemos con otras  características igualmente fallidas y humanas, pero no que se archiven en la carpeta de “desagradables”.
¿Es necesario empatizar con los personajes de las ficciones que consumimos? No completamente, pero no es lo mismo sostener una película de dos horas o un libro (Madame Bovary, por ejemplo, flor de conchuda, ¿no?) que una serie que se espera dure años al aire. Claro que a todos nos gusta pasar por sarcásticos, porque lleva adherida una pátina “cool” (nuevamente, los remito a las monstruosidades que descubre twitter), pero realmente estar en este modo todo el tiempo nos acerca a lo patológico (les dejo a su criterio qué clasificación del DSM, pero hay mucha que yo creo que bordea la depresión mas que la inmensamente más glamorosa y mercantil psicopatía). Y tampoco se tome esto como un pedido a que regresen las series de Michael Landon, donde todos son más buenos que Lassie con Rivotril, pero cuando todo se torna una caricatura tan burda, cansa. (Hablando de caricaturas, la animación es otra muestra de las tendencias de “todo mal”, especialmente South Park y los productos de Seth Mcfarlane. Los clásicos Simpsons no es casual que duren 25 años al aire, porque por cada Homero, Bart o Krusty hay una Marge, Lisa o Flanders. Groening y equipo siempre supieron que el equilibrio era la clave).
Retomando Girls, Hanna es así, pero todo el resto del elenco no se queda atrás: Marnie, que alterna entre la “goody two shoes” y la anti-Hanna (que de ninguna manera es algo bueno): Jessa, que es como Hanna/Lena ve a gente que finalmente es igual que ella, creyéndose “superada”; todos los eventuales novios, exces o roces; los mismísimos padres de Hanna… y esto nos deja nada más que a la criminalmente poco usada Shoshanna, que cumple la función de representar como el “hipster sarcástico” ve a cualquiera medianamente neurótico con buenas intenciones: un pelotudo. La segunda temporada recién empieza, es el momento en el que Dunham tiene que decidir si su serie crece hacia algo mas, como lo hizo Nurse Jackie, o se transforma en otra Weeds o Californication, que todos podemos acordar duraron o siguen durando unas cinco temporadas más de lo necesario. Estaremos viendo y analizando.

6 comentarios:

  1. hay q ver Girls che....me intriga mas que nada

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  2. Te lo digo desde ya: no. No es necesario simpatizar pero sí empatizar. El caso más claro es el de Jackie o Hank: son despreciables pero les cogemos apego (más que cariño). Hannah es "hostiable" como decimos por aquí. Y sí, yo también soy muy viejuno para verme reflejado. Pero Shoshanna es un pedazo de personaje y me río mucho con ella.
    Y el 2x03 es ya mítico. Muy meta y muy "me lo tomo cero en serio".
    Nene, como siempre: fantástico post.

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  3. "Hostiable", gracias Tony, me alegraste la mañana!
    Veo que somos varios que queremos más Shoshanna!

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  4. A mí me agrada este tipo de comedia, creo que es cruda y directa y eso hace que este tipo de programas llamen mucho la atención, la serie Girls es de mis favoritas por el momento por eso y porque sus personajes se sienten muy reales, las chicas no son perfectas ni muy bellas, si no que se equivocan en cosas que muchas lo hemos hecho.

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  5. Yo creo que esta serie retoma un poquito de otras que han salido, pero con un estilo muy peculiar, tan sólo el papel que juega Hanna que es como el personaje central pero que tiene conflictos con el mundo y con ella misma, mezclando la realidad sin dejar de ser una comedia.

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  6. Karina López Salazár4 de febrero de 2015, 5:26 p.m.

    Muy buena tu crítica y realista, tienes razón, describes a la perfección a la protagonista de esta serie, y obviamente es una inspiración bizarra de Sex and the City, sin embargo Girls es una gran adaptación a nuestros tiempos, ya que el público femenino es lo que pide, incluyéndome, y eso no significa que busquemos un contenido pretencioso, sino simplemente algo con lo que nos podamos identificar. ¡Saludos!

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