jueves, 20 de junio de 2013

Inflexibles, inoxidables, frios: Cineastas de Acero - Sobre Man of Steel


Descargo: Este comentario contiene, por supuesto, spoilers. Empezando con el primer párrafo. Si le molesta, no lo lea.
Descargo II: Soy un lector consuetudinario de comics de DC desde hace aproximadamente 35 años. Crecí con la Mujer Maravilla en TV, vi las películas de Christopher Reeve en estreno, al igual que las Batman de Burton.
Descargo III: Así como hay “gente perro” y “gente gato” hay “gente Batman” y “gente Superman”. Se me puede contar en el segundo grupo.
Descargo IV: Divertida como me resulta The Dark Knight, como ya lo he expresado en otro lado, no me gustan las películas de Batman de Nolan porque básicamente me parece que el autor tiene un importante desprecio por el género de origen (y no me refiero a fidelidad con el material de origen, me refiero a quererse apartar de todo lo que hace que dicho género sea lo que es).

Dicho esto, les propongo un ejercicio de imaginación: en la confrontación final con el Joker, Batman saca una .45, y cual Harry el Sucio le pega un tiro en la frente. ¿Problema solucionado? Sin lugar a dudas. ¿Modus operandi de Batman? Definitivamente no.  Hasta Nolan en su desprecio hay una línea que no cruzó, porque sería hacer definitivamente OTRA película, sobre OTRO personaje.
El jueves pasado se estrenó una película bastante interesante, sobre una criatura alienígena que llega  a la tierra y pone a nuestro planeta en conflicto con algunos sobrevivientes de su planeta natal. Se desata una batalla feroz, que destruye gran parte de nuestro planeta, con víctimas que se pueden contar en los cientos de miles, que a ninguno de los alienígenas involucrados parecen importarles (salvo por una extrañamente inteligente y atractiva terrícola que tiene prioridades especiales). Finalmente, el primer alienígena debe sacrificar a su co-planetario en pos del bien común. Todo filmado en colores muy oscuros, con mucha cámara en mano, actores de carácter que por contrato tienen prohibido sonreír y diálogos donde cada frase es un refrán digno de Narosky. Igual, una película interesante y bien filmada, que muestra de manera ingeniosa y, me animo a usar la palabra maldita, realista, cuáles serían las consecuencias de criaturas con esos poderes sueltas en el mundo real. ¿Es esa una película de Superman? Definitivamente no.
Y mucho peor, ¿es esa la película que fije el “tono” para lo que va a ser la franquicia de los héroes de DC en el cine de aquí en más, a la manera que Iron Man lo hizo para el universo Marvel? Muchísimo menos.
No puedo decir que Man of Steel no me gustó. Me resultó entretenida, en líneas generales bien actuada, con algunas ideas ingeniosas, una de las mejores representaciones de superpoderes en pantalla (es la primera vez que vemos las consecuencias del poder más devastador que tienen los kryptonianos: la supervelocidad), una Lois Lane que finalmente le hace justicia a su carácter de “la mejor periodista del mundo” (pista: le toma menos de 24 horas hacer la conexión criatura alienígena-familia Kent-Superman), y una Martha Kent que logra mostrar que es lo que humanizó al bicho extraterrestre.
También es una película con diálogos improbables e increíbles, con un padre que es un fantasma que nos hace preguntarnos para que explotamos el planeta de origen si este señor es perfectamente consciente y funcional; y otro padre que más allá de proteger a su hijo toma una de las decisiones más idiotas de la historia, costándole la vida.
Es también una historia que con toda su moralina, no se toma el trabajo de mostrar las consecuencias reales de todos los desastres que de manera tan detallada nos insiste en mostrar, y que les puedo asegurar, no van a ser retomadas en la ya autorizada segunda parte. Ni las consecuencias psicológicas de la decisión moral mayor (y no me vengan con qué y cuándo pasó en el comic, ya les tiré mis credenciales de entrada, ya sé que pasó en el año 88. También conozco el AÑO ENTERO de historias que siguieron mostrando las consecuencias, incluyendo un exilio y comportamiento esquizofrénico).
Esta película carece de corazón y humor, intentándolos reemplazar con supuesta “inteligencia” y “realismo” tomados con unas pinzas como para agarrar isótopos de kryptonita radioactiva. Y cuando digo “humor” no digo “chistes”, digo “no tomarse todo tan en serio”. No quiero a Lex con peluca y una bimbo acerebrada al lado, ni a Clark Kent comportándose como Tony Stark. Me refiero a alguien en algún momento sonriendo y que no sea con lágrimas en los ojos; alguien que, ya que se sobre abusa de las imágenes religiosas, tenga un momento de revelación, de iluminación, de goce, de alegría que no sea por “uff, menos mal que sobrevivimos a esto”.
Puedo bancar mucho de esta película, mucho más de lo que creía cuando leí por primera vez que Snyder, Nolan y el ladrón de gallinas Goyer iban a ser los responsables de hacerla. Pero no puedo aceptar el último cuarto de la película y sus implicaciones, para la película misma, para la serie de Superman que aquí se abre, y para lo que es el futuro del universo cinematográfico de DC. Y lamentablemente, no me tendría que sorprender, no es más que una extensión de todo lo que DC viene haciendo los últimos diez años, pareciera que intentando alienar a toda una generación (¿generaciones?) de fans.

Algunos comentarios al paso:
  • Excelente casting a todos los niveles. Cavill nació para hacer este personaje (si solamente lo dejaran sonreír un poco), muy bien los dos padres aunque el guion les haga hacer y decir pavadas, brillante Diane Lane como Martha Kent, el único personaje en 3 dimensiones de la película. Tengo algunos problemas con Amy Adams, nomás porque me parece que no tiene la coloratura que esperaba, pero el personaje de Lois está tan bien escrito que es perdonable.
  • Excelente idea poner como rivales iniciales a gente con el mismo nivel de poder imposible de Superman, así no hay que recurrir a recursos tontos (igual algunos hay)
  • …lo que nos hace anticipar a Lex para la peli que viene de la misma manera que anticipamos al Joker en la segunda de Nolan.
  • En algunos años nos vamos a dar cuenta de la influencia real que ha tenido Smallville en los mitos de Superman, en muchos casos, sorprendentemente, para bien.
  • Emil Hamilton, Steve Lombard, Dev-Em… leer los créditos del cast fue más divertido que mucho de la película propiamente dicha para este viejo fan.
  • Faora kicks ass. Voy a dejar para algún otro autor el comentario de género, pero suficiente con decir que es una villana, claramente mujer, con las mismas motivaciones que cualquier villano varón. No sexualizada, no kinky, no traicionando todo porque se calentó con un tipo. Bien ahí.



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