miércoles, 17 de julio de 2013

Mis discos favoritos: Bronski Beat - The age of consent

Columnista invitado: Pablo Costa Wegsman

Esta segunda entrega la pensé para la semana del Orgullo Gay de Madrid, pero fue precisamente debido a dicho evento que la misma quedó retrasada. La razón, más que obvia: este es probablemente el disco (y la banda) más gay de la historia de la música pop.

The Age of Consent – Bronski Beat

Bronski Beat fue un trío techno-pop (o synth-pop) que nació (“sorprendentemente”) en los 80´s, en el Reino Unido y que, lamentablemente, tuvo una vida corta. Editaron un sólo disco, el que nos ocupa, con los integrantes originales, una recopilación de caras B y remixes,  y luego, tras la salida de su líder y vocalista de la banda, un segundo disco que es más bien una fantochada.
Este disco no es solamente gay, sino político y militante, y esto se debe fundamentalmente a la ideología y militancia del cantante y creador de la banda, Jimmie Sommerville. Para muestra basta un botón (o dos).
Comencemos con el nombre del disco, The age of consent (la edad del consentimiento), que hace alusión a la ley que regula la legalidad de la relaciones entre personas del mismo o distinto sexo. En esos días, en el Reino Unido, este tema era un caballito de batalla para la comunidad gay militante, ya que las retrógradas leyes victorianas británicas, con Margaret Thatcher cómo primer ministro respaldándolas, establecían la edad de 21 para relaciones homosexuales, frente a la de 16 para las heterosexuales. Para hacer más evidente el asunto, dentro de la portada tipo álbum, aparecían las edades de consentimientos de otros países, los cuales eran en general mucho más previsivos.       
El segundo “botón” es la canción que abre el disco, Why, cuya letra es más que directa:

“Contempt in your eyes
As I turn to kiss his lips
Broken I lie
All my feelings denied
Blood on your fist
Can you tell me why?
You in your false securities
Tear up my life
Condemning me
Name me an illness
Call me a sin
Never feel guilty
Never give in
Tell me why?
You and me together
Fighting for our love
Can you tell me why?”

Con estas dos cosas solamente ya pueden imaginarse las razones por las que este disco se transformó, muy rápidamente, o casi instantáneamente, en un favorito. Claro que el contexto temporal en el que apareció fue un gran determinante: esos días en los que uno empieza a asumir su sexualidad, y cree que está sólo en el mundo… y de pronto te aparecen estos señores clamando su orgullosa homosexualidad. Sí, lo compro, de hecho, deme dos…
En realidad mis primeros contactos con la banda vinieron por dos medios bastante distintos En primer lugar la revista Pelo (en esos día todavía nos  teníamos acceso a revistas importadas), que publicó una nota con un título que decía algo así como “El poder rosa” y, además de unas fotos (en blanco y negro, claro), contaban cómo esta banda estaba de alguna manera cambiando la imagen de los homosexuales en el Reino Unido, y de alguna forma en el mundo; al menos, dentro del submundo de la música. Por supuesto que mi primera reacción fue recortar la foto más grande, pegarla en mi carpeta del secundario, y pasearme por el cole con tres maricones pelados adornándola. Si ellos podía decirlo, ¿por qué no yo? Y ahí empezó la rebelión… y el resto es historia. Pero como lo que me acomete es comentar este disco, y no hacer una autobiografía, sigo.
El otro primer contacto con el disco/grupo fue cuando escuché por primera vez su música, concretamente el primer simple, Smalltown Boy,  y esto también fue en un medio bastante inusual: la TV. Por esos día había un programa muy de cuarta que, por alguna razón extraña mirábamos en casa (probablemente no había nada mejor en ese horario semanal de la tarde), presentado por Andrés Percivale (mariconaso como pocos), que usaba esta canción en sus títulos… Nada que agregar.
El tercer simple del disco, después de Smalltown Boy y Why, fue It Ain't Necessarily So, un cover del clásico de George e Ira Gershwin. La canción originalmente habla del racismo, la esclavitud, y de cómo se ha utilizado (o se utiliza) La Biblia para avalarlos… En este caso, los chicos intentaron transpolar el mensaje al tema de la homosexualidad. Esta canción suscitó otro “pequeño” escándalo (cómo las anteriores, por supuesto), particularmente la acentuada frase: “David was small but, oh my!”…
Siguiendo con la línea política y militante, el siguiente tema, Screaming, resume los sentimientos de un adolescente/joven gay en una sociedad que lo discrimina y acosa:

My man love my first love
My closeness and pain
My lying my deceiving
My rivers keep on crying
My father my action man
My hiding in the crowd
My mother my sisters eyes
My seniors and their prying

My freedom my prison cell
My tempting to destroy
My fantasies my lost control
My confusion disillusion

My hero my schoolboy
My physical abuse
My loneliness my aching brain
My pounding in the head

Machismo my manhood
My wanting just to scream
Scream, yeah, yeah, hey

El disco sigue con otras canciones con tono político, como No More War, y Junk, y otras con un carácter homo-erótico, como Heatwave y Need-a-Man Blues; culminando con otro cover, en este caso un medley de los clásicos de Donna Summer/Giorgio Moroder, I feel love/Johnny remember me. Lo más interesante de este es que la cortaron como simple con la participación de Marc Almond, y un video hipergay, donde cada miembro del grupo, y Marc, aparecen recreando sus fantasías eróticas. Sin embargo, el dueto Sommerville/Almond terminó en un desastre absoluto, ya que la supuesta fantasía de Marc, con un torero, aparentemente no era tal, y ni siquiera se le consultó al incluirla en el video, lo cual lo enfureció. Además Jimmie, después de editar el simple y hacer el video, pensó que se estaban tergiversando las ideas e integridad de la banda, por la frivolidad del mensaje, y esto terminó arruinando la relación entre los miembros del grupo, con la consiguiente salida de este del mismo.
Un disco con peso y personalidad, muy bien arreglado e instrumentado, y que aún hoy en día disfruto inmensamente.

2 comentarios:

  1. Coincido totalmente con el comentario de este album. Personalmente me marco mucho a mediado de los 80s, siendo yo mismo un "Smalltown Boy", no nacido pero criado en San Pedro (lugar que La Negra rebautizo "La Isla", por supuesto), a unos 180 km al noroeste de Buenos Aires. Yo tenia unos 15 anios en ese entonces, y el tema de mi naciente sexualidad lo vivia con mucha confusion, conflicto y verguenza. Me identificaba en ese entonces totalmente con el video de ese tema, y chocaba con la ignorancia y el prejuicio de "los machos" cuando trataba de explicarles lo que en realidad decia la letra de 'Why?".

    Concidentemente, tambien me marco durante el Orgullo Gay en Madrid, el primero (de dos) al que asisti en 2006. En ese momento el tema del verano era "Tell Me Why" de Supermode, el pseudonimo que tomaron los DJs suecos Axwell y Steve Angello, y que combina la base del Smalltown Boy con samples de Why. Bailandolo en la Plaza de Chueca con amigos y rodeado de MQRLTs (machos que rajaban la tierra), un hermoso recuerdo.

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  2. jejeje, me mataron los MQRLTs...

    Yo no hice comentario esta vez, porque de más está decir que en aquellas épocas hacíamos todo junto con Pablo. Y hay un flash adiciona, producto de que los ferrocarilles argentinos los hayan hecho los ingleses y que la estación del video sea tan parecida a la que teníamos que tomarnos todo el tiempo para venir de Lanus

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