lunes, 22 de julio de 2013

Mis discos favoritos: Prefab Sprout - Steve McQueen

Steve McQueen – Prefab Sprout Por Pablo
Prefab Sprout es (otra) banda británica, nacida a finales de los 70´s, pero que debutaron con su primer disco, Swoon, en 1984, y editaron Steve McQueen al año siguiente. La más importante diferencia entre este segundo disco y el primero, así como con muchos de los que editaron posteriormente, es que este tiene un productor estrella, que hace que un disco que podría haber sido anecdótico, se convierta, para muchos, en un clásico favorito. Y me estoy refiriendo al genio de la música electrónica Thomas Dolby, quien tomó un puñado de canciones bonitas y las transformó en pequeñas obras de arte. Es obvio que el grupo quedó muy contento con la producción ya que volvieron a repetir la fórmula en dos discos más. Creo que el éxito de esta, 
o estas, colaboraciones es la poderosa combinación de la música electrónica, en esos días de avanzada, aunque bastante fría, de Dolby, con la calidez de las composiciones y la voz de Paddy McAllon.
Steve McQueen no fue particularmente un disco exitoso; no es un disco fácil, no tiene canciones pegadizas radiables como The King of Rock´N´Roll, o Cars and Girls, que aparecieron en el siguiente trabajo que, para mí, no le llega ni a los talones a este.
Recuerdo la primera vez que lo escuché: llegamos al disco por razones obvias, su productor, 
y cuando empecé la primera escucha, no me quedé muy convencido con la primera canción, Faron Young, que a día de hoy sigue sin convencerme. La sensación es la de que la grabaron cuando Thomas había salido a tomarse un café… No es que sea una mala canción, pero desentona con el resto del disco, y creo deberían haberla dejado para sus trabajos posteriores. 
Por suerte, muy rápidamente, en el segundo tema, la cosa cambia drásticamente. Bonny
es una balada simplemente preciosa. Es aquí donde uno empieza a disfrutar del peso de la composición de Paddy McAllon, la belleza y dulzura de su voz, y de los maravillosos arreglos y producción de Dolby.
Le sigue la que probablemente es, junto a When Loves Breaks Down, la mejor canción del disco, Appetite. When Loves Breaks Down es otra balada romántica, que habla, como es 
obvio, del final de una relación, y de las cosas que hacemos para engañarnos a nosotros mismo y evitar sufrir. La letra es sencillamente conmovedora, y los arreglos la acompañan 
maravillosamente; es difícil pensar en esta canción sonando de otra forma. Mi estrofa favorita es, sin duda:



“Oh my, oh my, have you seen the weather
The sweet September rain
Rain on me like no other
Until I drown, until I drown”

Goodbye Lucille #1 es otra hermosa canción, con un impecable arreglo de guitarras y unos hermosos coros de Wendy Smith. “Life´s not complete till your heart´s missed a beat; and you´ll never make it up, or tun back the clock”, sueltan por ahí, cómo quien no quiere la cosa.
Steve McQueen es un disco con peso, con arreglos y producción impecables, canciones hermosas con letras “profundas” y fantásticamente interpretadas por la banda, que no debería faltar en ninguna discoteca.
No sé qué suerte correrá el nuevo trabajo que la banda está preparando, a pesar de los males que aquejan a Paddy, y que se editará a finales de este año; pero estoy ansioso de escucharlo y espero, aunque lo dudo, poder disfrutarlo tanto cómo este.
Steve McQueen – Prefab Sprout Por Gus
El criterio sobre si comento yo también uno de los Discos Favoritos que comenta Pablo es completamente irregular y arbitrario: generalmente son mis discos favoritos también, pero ya sea porque el invitado fue más articulado o porque dijo todo lo que yo diría o porque no tengo nada “fresco”, a veces ahí queda.
En este caso, fue un disparador, y ese disparador fue When love breaks down. Como Pablo, descubrí este disco allá lejos y hace tiempo, por la conexión Thomas Dolby. Cegado por la ciencia, parafraseando al bueno de Tom, probablemente esperaba otra cosa, y me costó mucho entrar al disco, descubrir las sutilezas. Como decía la indicación en la tapa del vinilo, había que escuchar a “muy alto volumen” porque el apretado prensado en el vinilo hacía que si no se perdieran algunas de esas delicadezas de la grabación, esas guitarras apenas sugeridas, esas voces con más atmósfera que poder. También había que prestar atención a las letras, aunque no nos dieran la indicación directa de así hacerlo. De todas estas canciones, Goodbye Lucille y Appetite probablemente fueron las primeras en dejar su marca, a las que se volvía en un disco al que no acostumbraba volver. Pero es When love breaks down la que se fue resignificando en el tiempo, con cada relación, con cada ruptura... Paddy cuando salió este disco tenía 20 años menos que yo hoy, y sin embargo, aun en retrospectiva suena increíblemente sabio, alguien que estuvo ahí y sobrevivió para escribirlo. Y escribirlo mejor de lo que uno podría, más claramente, con más sentimiento y encima en ubicarlo en 3 minutos y medio de pureza pop. 
Las canciones de este disco se quedan con uno, en algún lugar que según a qué escuelita hayamos ido podremos o no llamar “inconsciente”, y cada tanto, algo nos las trae de vuelta, la vida, o alguna de estas cantantes que descubrieron una verdad obvia pero no por eso lo suficientemente admitida: que Paddy McAloon escribió algunas de las mejores canciones de los ochenta. Habrá sido primero Kylie cuando hizo suya If you don't love me, o para este caso, Lisa Stansfield (acompañada por Trevor Horn, encima) recuperó la maravilla de When love breaks down. Y Paddy, generoso, no sólo la dejó que hiciera suya la canción, si no que le regaló una nueva estrofa, un final feliz para una canción de corazón roto. Un parche para ese corazón. Es que verán, Paddy sigue siendo sabio, siguió viviendo, debe haber sobrevivido una vez más, y ahora comparte con nosotros la posibilidad de que las cosas terminen de otra manera.
Agarren Steve McQueen (o Two wheels good, son el mismo disco con dos nombres distintos), tómense algo rico, y sigan las dos indicaciones para disfrutar de algo mejor: escuchen a alto volumen y escuche esas letras maravillosas. 

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