martes, 21 de enero de 2014

Comentario: Looking 1x01 - Looking for now


Ok, necesitaba un proyecto semanal para revitalizar el blog, y justo se estrena Looking y no pude resistirme. Le iba a dar un par de semanas más, pero vamos a ver si por una vez (y mientras me dé) estoy adelantado a la curva en algo (se me callan los fans de Girls que me están chiflando por favor? Si vos chiquita, la de la barba hipster).

Empecemos por que es y por qué no es Looking. Looking es la nueva serie de media hora de HBO protagonizada por tres muchachos (¿señores? ¿chicos?) gay en San Francisco, 2014. Esto también me lleva a lo que no es: Looking no es ni Sex and the City ni Girls, ambas precursoras de media hora en HBO, comedias con mucho drama y protagonizadas por grupos de amigas con vidas sexuales mostradas en pantalla. Tampoco es (por suerte) una nueva Queer as Folk (por lo menos el piloto no lo es... el tiempo dirá), esa telenovela insoportable e interminable que Showtime emitió hace unos años. 
Sin embargo, se han usado a las tres como objeto de comparación, especialmente porque  le facilita el trabajo a los publicistas y periodistas vagos (es como Girls! pero con chicos! y en San Francisco!), cuando se supone que intenta ser algo nuevo.
Está por verse si lo va a lograr. 
Sí es cierto que corrige por experiencia algunos de los defectos básicos de todas las anteriores (por ejemplo, hay diversidad racial y etaria desde el comienzo), aunque necesariamente por transcurrir en una de las ciudades mas caras del mundo va a dejar el realismo en el terreno de lo “mágico” (felicitaciones igual por mostrar que el depto que comparten Paddy y Agustin está medio en las afueras).
El secreto de Looking, por lo menos por los primeros episodios, es su pedigree gay: dirigidos (y co producidos ) por Andrew Haigh, el que nos trajo la maravillosa película Weekend, inmediatamente reconocible por esos planos de honestidad sexual casi brutal, que transmiten una intimidad que no necesita expresarse en palabras (no hay más que mirar la escena en el tren entre Paddy y Richie para ver el ADN Haigh a pleno. Comparar con escena similar en el tranvía en Weekend). Otro toque Haigh es el plano del skyline al atardecer, que intenta hacer por San Francisco lo que tantas series han hecho por New York.
Haigh igual le pone onda donde otros inicialmente no lo están haciendo: Jonathan Groff, discutiblemente el protagonista absoluto de la serie, parece un muñequito de torta, y el guión no lo ayuda. Ningún hombre gay de 29 años es tan pavo, mucho menos viviendo en SF y con amigos como Dom y Agustín. Hablando de estos dos, hay mucho interesante en Dom por su edad y si situación marital/de convivencia (aunque la brocha gorda también lo haga demasiado paralelo a Samantha en S&TC), y en Agustín y su situación de pareja, a la que llegamos in media res, resultando mucho más dinámico que si fuera un argumento de s02. De todos modos asumamos que el guión está medio flojo de papeles, entendible por ser un piloto que nos tiene que presentar personajes, pero que sigue el ejemplo Girls o Louie de tener cero desarrollo argumental (y sin ser un octavo de los gracioso que puede resultar esta última). Lo único que realmente “pasa” en este episodio es que Paddy conoce a Richie, que volviendo a la comparación-que-no-debería-hacer puede transformarse en su Big o en su Adam. En cualquiera de los dos casos, no es una buena noticia para nuestro héroe (?).
Veremos para donde agarra, voy a intentar hacer el seguimiento episodio a episodio, que seguramente van a ser un poco más breves que este. Lo que si voy a tratar de analizar en cada caso es el...

Pedigree Gay!
  • La ex de Dom trabaja en el Barbary Hospital. 28 Barbary Lane es la clásica dirección de la casa donde transcurre la serie de libros de Armistead Maupin de Tales of the City, el Looking original impreso de los años 70/80.
  • En el bar de la despedida de soltero suena Hercules & Love Affair. Alguien hizo los deberes. 
  • Ese misma despedida aparte de presentar a algunos futuros personajes secundarios, muestra un poco de diversidad de cultura gay, con el ex de Paddy ostensiblemente casándose con un oso. Ya con mostrar eso le sacó unos cuantos pasos adelante a QaF.
  • Toques simpáticos sobre el uso de redes sociales (chiste sobre filtros Instagram que va a ser obsoleto en un año, pero que por ahora resulta gracioso), pero nadie se cree que alguien que se supone que está ahead of the curve como Paddy lo haga desde una laptop y no el teléfono. Hasta Girls tuvo una referencia a Grindr esta semana, pónganse las pilas muchachos. 
  • Levante en parque público, estado del piso entre los árboles. Todos hemos estado ahí. HIPER REALISMO. 

4 comentarios:

  1. Mario Píngaro Rossini21 de enero de 2014, 1:18 a.m.

    Estoy de acuerdo con casi todo, salvo lo de que no hay hombres gay de 29 años tan pavos, conozco varios y algunos de mas aun edad que son bastante pavos.

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  2. Coincido con el comentario en general, con la misma excepcion que tuvo Mario: conozco varios hombres gay de 29 años y mayores asi de pavos y mas.

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  3. Gracias por los comentarios chicos, aclaro lo de los "pavos de 29 años": claro que los hay y los conocemos, y también los hay en otros programas... pero no suelen ser el protagonista de la serie. Ni Charlotte en S&TC ni Shosh en Girls son los personajes que tenemos empatizar, son el relleno.
    Me da la sensación que Paddy es demasiado central, y la serie se lleva en sus espaldas (es el único que tienen "cartel" propio). SI el personaje no es más interesante, se cae todo a pedazos.

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  4. Soy Paddy, perdón. Malas citas, pesimas elecciones en general. Soltero a los 36 y esperando a Edward que nunca vendrá (y a esa altura espero que ya no venga a molestar). Sin embargo I´ll always have Paris :)

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