¿Y si el
episodio 2 de Looking hubiese sido este, eh? O el 3 en todo caso: Patrick
conoce a Richie, salen, vuelven a la casa de él, tienen la oportunidad de
conocerse.
Estaríamos
viendo una serie muy diferente, una serie mucho mejor. No es ninguna declaración
descabellada que este episodio es el mejor de toda la serie que vimos hasta
ahora, y uno de los mejores episodios autocontenidos de cualquier serie que puedan
ver en estos días. Pero claro, con los antecedentes de las cuatro semanas
anteriores, poca gente le va a dar la oportunidad que se merece, y con razón.
“Looking
for the future” es como un corto, no un episodio de una serie, altamente
influenciado por el cine de Linklater y su trilogía Sunrise y por Weekend, la
obra maestra del guionista y director de este episodio, Andrew Haigh. Dos
chicos se conocen, tienen sexo, pasan el día siguiente conversando sobre todo:
sobre el sexo que tuvieron, sobre el futuro, sobre el pasado. De películas y
familia, de comida y trabajo. No pasa nada que sacuda la tierra, y no tiene que
pasar, no es lo que esperamos. Y tampoco nada se resuelve: al final del
episodio Patrick y Richie no deciden casarse ni deciden separarse. Solamente se
conocen un poco mejor, y tal se animen a un poco más (seguramente en la cama,
donde Patrick, consistente con lo que conocemos del personaje, es bastante
mojigato).
La idea
claramente era mostrar intimidad, y eso es lo que muestra, en todos los
sentidos: el despertarse juntos después de una noche de sexo (y seguramente
alcohol), el no querer despertar al otro, el encontrarse en una casa
desconocida, el querer lavarse los dientes sin cepillo, el lavarse las partes después
de la noche anterior, el querer irse a trabajar y al mismo tiempo quedarse.
Luego, intimidad sexual, sorprendentemente gráfica (la oralidad de Richie es
ampliamente implicada, aunque no se muestre). Y cerrando, intimidad reflexiva sobre
ese acto, casi tabú y las consecuencias que podría tener (y de paso, LA CHARLA
sobre seropositividad, miedo, antecedentes). El limite a la intimidad es ir a
hacerse leer el futuro por una vidente, y tener que usar al otro de traductor
por no hablar el idioma. De todas maneras, ni falta hace, Patrick y Richie ya
compartieron lo que tenían que compartir.
En media
hora conocemos más sobre Richie, Patrick, San Francisco y cultura popular para
los veinte/treintañeros que en todo lo que vimos anterior de la serie, y se
pasa como si nada, como se les debe haber pasado ese domingo que no lo es pero
se siente como tal a estos chicos. Por un episodio, ni a Patrick ni a nosotros
nos interesan ni Kevin y el trabajo, ni Dom, ni Agustin.
Que lastima
que recién haya llegado en la semana 5, me gustaría hacérselo ver a todos los
que fueron abandonando la serie las cuatro semanas anteriores.
Pedigree
gay:
- Sex watch: Este episodio amerita que empecemos por acá, porque realmente muestra o da a entender mucho más de lo que recuerde haber visto jamás en televisión entre dos hombres. Cuando queda claro que Richie va a tragar, a pesar de las protestas de Patrick, tuve una reacción visceral casi tan fuerte como la infame acabada de Adam con su novia-no-Hanna en la temporada 2 de Girls. Como si fuera poco, sigue de la escena de rimming (beso negro, no googleen en el trabajo que pueden quedar mal) menos pacata de la que tenga memoria. Y como si esto fuera poco, después se habla de esto, de lo que significa desde un punto de vista de salud, afectivo, de intimidad. Fuerte y sutil al mismo tiempo, excelentemente escrito, filmado y ejecutado. De nuevo… si esto hubiese pasado antes…
- Interesante también como el “post gay” de Patrick lo lleva a cierta fobia al sexo anal. Mucho mas realista de lo que mis lectores heterosexuales puedan imaginarse. Interesante también como “el latino”, supuestamente machista, es el que menos rollo tiene con este tema. Felicitaciones por ir en contra del estereotipo.
- Simpática referencia a la pop culture la cita en el planetario que remite directamente a la primera cita de Ross y Rachel en Friends. La gracia está en la conciencia de los personajes sobre este hecho, y como luego se lleva a la discusión sobre activo/pasivo. Hay acuerdo que Rachel siempre fue el “top” de esa relación, no lo voy a discutir.
- Cuando refería al domingo que no lo es, el Everyday is like Sunday de Morrissey se caía de maduro. Tan bello, tan bien usado, empezando en el momento justo y fade to black. Seguramente el viejo puto tiene problemas con todo: con la televisión, la serie, la sexualidad de los personajes. Por una vez, agradezcamos que la compañía discográfica tenga el control de los derechos y no el autor de la canción.
- Soy un poco grande para que los Goonies tengan el impacto que tienen sobre los que son unos 5 o 10 años más jóvenes, pero la referencia de Patrick da justo en el blanco. Y están los que se enamoraron de Sean Astin jovencito, y los que prefieren a la versión más chubby actual. Multitarget, para todos los gustos.
- Los chistes y referencias al status bilingüe de Richie son interesantes. ¿El mejor? Que le diga “Pato” a Patrick. ¿El peor? Maná. ¿En serio Richie? Media pila…
Lo de Maná, además cantado fatal seguro que a propósito ha sido de vergüenza ajena. Bueno, ha sido muy Maná....
ResponderBorrarWhat can I say? I absolutely LOVED this episode. The closing song was absolutely PERFECT, personally it was the soundtrack of my first days in the big city, when I was coming to terms with my own sexuality, having my first homo dates and giving my first steps in getting to know another man. And I loved the Mana reference too.
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