Foto discotequera cortesia de Ruben Gauna |
Cuando en
1988 los Pet Shop Boys salieron de gira por primera vez (en lo que ahora se
conoce, en retrospectiva, como Highlights, dado el nombre del video documental
de la misma), en el medio del show hacían un intervalo (todavía estaban más del
lado del teatro que del concierto de rock) y pasaban a todo volumen su
experimento acid house The sound of the atom splitting. La intención era que “la
gente se levantara de los asientos y bailara descontrolada en los pasillos”.
Nunca sucedió.
Probablemente
era una idea adelantada a su tiempo, lo que no quita que veintitantos años después
lo sigan intentando, esta vez, con un poco más de éxito. Es que verán, luego de
la debacle Elyseum, los PSB, nunca temerosos de barajar y dar de vuelta, salen
de gira ostensiblemente para borrar ese mal trago y a apoyar a su clásico disco
de recuperación (no es la primera vez que tienen que hacerlo), el aun no
editado Electric.
Y de ahí viene
mucha de la sorpresa, mayormente agradable, de lo que vivimos en el Luna Park
este jueves: un show prácticamente sin baladas, con una puesta que más que
resaltar lo que pasaba en el escenario intento transformar el Luna en una
enorme discoteca, y lo logró. Saliendo de la perplejidad inicial de una larga
intro instrumental (de un tema desconocido) más una segunda intro instrumental,
ahora con Axis, el primer corte de difusión de Electric, con el que el público
ya está familiarizado, y las primeras canciones del show cantadas por detrás de
una pantalla que semi-ocultaba a los músicos (esta vez, solo Tennant y Lowe con
un par de poco destacables bailarines ocasionales), las cosas se fueron
caldeando lentamente. Para Suburbia, el público ya había entendido, y para
cuando empezaron a estrenar canciones de Electric como un DJ tirando pistas
nuevas, era imposible quedarse quietos. Por largos tramos, el efecto
concierto-discoteca funcionó mejor que muchas experiencias de discoteca
propiamente dichas.
Y aquí el
gran mérito: cualquiera pone a bailar a miles de personas con Always on my
mind, pero hacerlo con canciones nuevas y desconocidas, una oscura cara B (la magnífica
I get excited, you get excited too), o algún álbum track olvidado es mucho más notable.
Sabrán disculpar el no reconocer los nombres de las nuevas canciones, salvo la
ya mencionada Axis y Thursday, un futuro clásico que cuando leímos que contenía
una participación del rapper Example todos temimos los peor y resulta ser de lo
mejorcito que han hecho en mucho, mucho tiempo.
Para el
final, luego de los bises y recontrabises, se dieron el lujo de cerrar con OTRA
canción nueva. A ver si nos entendemos: el último bis, el que tiene que ser
Satisfaction, Like a prayer o Rio, fue una canción nueva, y no había una
persona quieta o sin sonreír en todo el estadio. Nos podríamos haber quedado
todos bailando por el resto de la noche.
Bien
jugado, Pet Shop Boys, bien jugado.
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