lunes, 21 de abril de 2014

Comentario: Mad Men 7x02 - A day's work

"Hello Shirley, Hello Dawn"

En el ya clásico episodio de la temporada 4 de Mad Men “The Beautiful Girls” una visita de Sally Draper a las oficinas de la entonces SCDP sirve de catalista para poner al frente y al centro las historias de todos los personajes femeninos de la serie. Como suele suceder en Mad Men, los episodios “dialogan” entre sí, y ‘A day’s work’ definitivamente dialoga con ese clásico, propulsando en direcciones no esperadas a Joan, Dawn, Peggy, Sally y al hombre al centro de todas ellas, Don.
El día de trabajo al que refiere el título es el viernes de San Valentin de 1969, donde lo que menos hay es romance, pero si política corporativa y de oficina, ascensos, cambios, corazones rotos y racismo, todo tomado con un tono de farsa, de casi comedia que no hace más que disimular la gravedad y los avances que están ocurriendo.
Durante años vimos como la estrella de Peggy ascendía mientras la de Joan bajaba, hasta que finalmente lograron algún tipo de paridad (fantásticamente reflejada en el diálogo cómplice en For immediate reléase). Los dos episodios que hemos visto de esta temporada nos están mostrando ahora un camino inverso: la estrella de Joan asciende (literalmente, un piso, con la gente de cuentas) en la medida en que se hace cargo de cuál es su verdadera estatura en la agencia (y con un empujoncito de Jim Cutler, que lo único que quiere es molestar a Roger), y la de Peggy baja, hasta llegar, dentro de su posición de privilegio, a su punto más bajo, tanto en lo profesional luchando contra Lou como en lo personal, creyendo que aun ocupa algún lugar en las prioridades de Ted.
Claro que sus acciones tienen repercusiones en las Joan y Peggy modelo ’69: Dawn y Shirley. Cuando Dawn fue presentada, todo apuntaba a que era la nueva Peggy, pero ahora vemos que es en realidad la nueva Joan, y esto no tiene que sorprender dado que sus fortalezas son justamente las de la señora Holloway-Harris: ultra profesionalismo y discreción, como bien nos muestra la tarea de doble agente que ha estado haciendo con Don este tiempo. Cuando para el final del episodio toma el trono de Joan (así investida por Su Serena Majestad), es un paso completamente  lógico, y que además habla a las claras del avance en sensibilidad de género y racial de Joan en estos años (además de su pragmatismo: no cabe duda que Dawn es la mejor para la tarea). Y hablando de raza, más allá del comentario obviamente racista de Bert Cooper (que no nos tiene que sorprender en absoluto sabiendo lo que sabemos del personaje), la relación de complicidad de Dawn y Shirley, llamándose entre sí con el nombre de la otra, como la caracterización “chica negra intercambiable” que deben sufrir a diario es la que desnuda la verdadera cara cotidiana del racismo. Shirley y Dawn pueden ser las nuevas Joan y Peggy, pero hay una hermandad real entre ambas que nunca existió en sus predecesoras.
Todo este juego de política de oficina tiene otra consecuencia en la caída de otra mentira de Don: la de pretender que sigue trabajando. Sally, claro, no solo es la persona más astuta de su entorno (segunda solamente a Joan), sino la que más se ha visto impactada por sus mentiras  y la que menos dispuesta está a aceptárselas. Luego de pretender por un rato (Don es un maestro en pretender, no hay más que ver a como se “transforma” en Don Draper antes de la visita de Dawn), Don finalmente se da cuenta que lo único que puede recomponer la relación con su hija es la honestidad total. Y Sally lo recompensa, con ese sentido “Happy Valentines, I love you”. La sorpresa y la emoción en el rostro de Don son uno de los puntos más altos en lo que ha sido una actuación notable de Jon Hamm a lo largo de los años. Y lo de Kiernan Shipka es simplemente de otro planeta. Química como la que tienen estos dos actores es casi imposible de encontrar, y cuando uno piensa que Shipka tiene 13 años…
Mad Men no cansa, no decepciona, e invariablemente nos deja con ganas de más. No se me ocurre cumplido más alto.

Algunas observaciones al margen:
  • El “day’s Work” del título también puede ser el día no descripto de Don en su casa que abre el episodio, desde su abuso del snooze al abuso del booze… que termina viendo That Girl, obviamente, el jueves a las 8 PM. A esta gente no se le escapa un detalle.
  • Tenemos confirmación que Megan efectivamente no sabe sobre el status laboral de Don. Otra bomba a punto de explotar.
  • Sally, el personaje más astuto de todo Mad Men, sabe perfectamente quien es la única persona que sabe todo y dice la verdad en SC&P: en cuanto Lou no sabe que decir y ante la ausencia de su padre, pregunta por Joan.
  • Para todos los que luchamos a diario con las conference calls, ver que hace 45 años que la batalla se lleva adelante nos resulta un poco agridulce.
  • Y hablando de conference calls, ¿hasta qué punto el conflicto bi-costal y el dialogo posterior de Pete y Ted apuntan a un nuevo cisma de agencia, esta vez geográfico aparte de jerárquico?
  • Ausentes en pantalla, pero presentes en espíritu: los Francis (el comentario de Sally sobre enterrar a Betty – a quien insiste en llamar “Betty”- es jugosísimo), la engañada Megan y Harry, que según Joan “está prácticamente casado con Scarlett”. Oh, my…
  • Dos días después de los eventos de este episodio, el domingo 16, nacía el que aquí escribe. No puedo negar que esto ha coloreado un poco mi opinión ya de por si ultra positiva de este episodio.
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3 comentarios:

  1. Creo que la ultima escena es una de las mas significativas de la serie, la actuación de Jon Hamm roza lo sublime, por otra parte noto un cierto quiebre en las relaciones laborales de la agencia, creo que no seria descabellado presenciar la creación de una nueva agencia.


    Creo que en general el capitulo estuvo muy bueno, lento y espeso como Mad Men lo sabe hacer, tengo unas ganas tremendas de saber como termina todo esto.

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  2. me dejó profundamente triste. eso. no puedo ni pensar algo inteligente para decir.

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  3. Cuando algo pega así, es que algo están haciendo muy bien. No es casual que haya mencionado The Beautiful Girls, que me dejó en un estado similar en su momento.

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