martes, 9 de julio de 2013

Disco 5: Sobre Electric de los Pet Shop Boys

La pregunta operativa con respecto a este disco es: ¿Es Electric tanto mejor que Elysium, o es que el piso sentado por ese precedente  es tan bajo que es fácil superarlo con muy poco?
Un poco de ambas cosas, probablemente. Electric es, efectivamente mil veces mejor que Elysim, pero difícilmente en la retrospectiva de las cosas lo podamos alinear con los grandes discos de los PSB. Es un disco sólido, competente, con momentos de brillantez, y por sobre todas las cosas, un disco que “suena” a los Pet Shop Boys, como pocos de sus discos desde mediados de los noventa.
El chiste del título no es tal si pensamos las circunstancias en las cuales Tennant y Lowe recurren a sacar un volumen más de su larga serie “Disco”: o es para explotar el mega exito del album inmediatamente anterior (Disco luego de Please, Disco 2 luego de Very) o es para del modo más rápido y sencillo, borrar el mal recuerdo de un fracaso anterior (Disco 3, el mejor de todos los Disco, y que tiene muchos puntos en común con Electric, luego del experimento “rock” de Release, y Disco 4, luego del “bueno en los papeles” Fundamental, que nunca estuvo a la altura de la promesa y la expectativa). Muchos motivos (cambio de compañia, productor de alto perfil, muchas canciones, todas ellas nuevas) hicieron que Electric no se llame Disco 5, pero todos sabemos que en espíritu lo es: un disco altamente bailable, por momentos con canciones poco calculadas que podrían ser una cara B y que nos saca el gusto amargo de su predecesor inmediato.
El productor de alto perfil que mencionaba más arriba es Stuart Price, que suele hacer milagros con artistas que parecen agotados (Pensar Confessions on the dancefloor, Aphrodite), y que hace rato que es informalmente el director musical de las presentaciones en vivo de los PSB (escuchen las versiones ‘en vivo’ de Pandemonium y van a notar los dedotes pegajosos de Price por todos lados). La combinación es ideal, sumándose a la lista de brillantes productores que logran sacar lo mejor de un duo que son de por sí, productores: Stephen Hague, Trevor Horn, Xenomania. No perderemos el tiempo en mencionar a los que NO merecen estar en la lista...
Las consecuencias positivas de esta colaboración son inmediatamente audibles, las negativas uno se las entera si disfruta de la experiencia integral PSB, leyendo los reportajes y otros colaterales: verán, Price se empeñó en trabajar las canciones en orden alfabético (?) y no trabajar en la canción siguiente hasta que no estuviesen terminadas. Llamemoslo modorra, restos del momento Elysium o lo que quieran, pero lo que tenemos es un disco que “crece” exponencialmente en la medida que avanza, para terminar con la primer canción del catálogo Pet Shop Boys en por lo menos una década que se puede poner en línea con West End Girls o Can you forgive her?. Esa cancion se llama Vocal, pero en consonancia con el espíritu Electric, vamos a ir comentando por orden también.
El disco abre con Axis, un instrumental simpático más que nada por lo que no es (Elysium), pero que en otro momento no hubiese pasado de track adicional en una edición limitada japonesa, mucho menos abriendo un disco. Entre otras cosas, por justamente fallar a la premisa de la letra de Vocal, rescatando lo maravillosa que es la música bailable cantada, el valor adicional que la expresividad vocal o una letra puede agregar.
Le sigue Bolshi: con su estúpido estribillo que opaca un track que empieza con onda. La prueba de que esto es el problema es cuánto mejora con el cambio de clave en la última estrofa. Bolshi, al igual que la próxima canción, Love is a Bourgeois Construct, fueron compuestos como parte del musical sobre Alan Turing en el que Neil y Chris están trabajando. Como ya lo vimos oportunamente en Nightlife, las canciones compuestas para otras obras funcionan bien en su contexto, no tanto cuando son reutilizadas. Las dos, pero Construct sobre todo, retoman un tropo clásico PSB: Rusia. Esto no es bueno cuando tenemos un refrito de Go West, mezclado con una resemblanza a Gimme Gimme Gimme (Price otra vez, recuerden Hang Up ).


Es en Fluorescent  cuando empezamos a prestar atención: más allá de sus desvíos house, la raíz PSB es en el  electro (el de antes y el de ahora), y si bien su “homenaje” a Fade to gray atrasa unos años (Kelly Osbourne, entre otros, lo hicieron antes, por dios...) el resultado  está bueno. Y si hablamos de raíces y de electro, es en Inside a dream donde las cosas cambian, donde encontramos  lo que esperábamos, con la temprana sensibilidad que caracterizó a Please filtrada para el 2013 por Stuart Price.


Para este momento uno ya está pilas, y qué mejor manera de mantenerlas que con un cover de... Bruce Springsteen. Ridículo como suena, funciona, y terminan haciendo por Bruce más y mejor de lo que hicieron por Elvis, Village People o U2.
Tenemos luego un tropezón con Shouting in the evening, que no califica ni como cara B, pero es solo para prepararnos para la “carne” del disco.


Primero viene Thursday, que como ya se había comentado en oportunidad del show en vivo de los PSB el mes pasado, es una más que agradable sorpresa. La idea de “featuring el rapper de la semana” en una cancion Pet Shop Boys era suficiente para traernos pesadillas, pero Thursday es tan, tan buena... por un lado porque más allá de su excelente estructura y estribillo, tiene una letra que podría ser una precuela de Why don’t we live together (siguen las referencias a Please) y por el otro porque Example, el rapper en cuestion, no es un b-boy más, supongo que un poco por ser inglés, y otro por  el detalle que se hace evidente cuando empieza a cantar luego de su parte rapeada: por difícil de creer que sea, la canción se enriquece.
Y esto nos trae finalmente a Vocal, que  es el tipo de himno bailable de y dedicado a una época pasada, pero con la melancolía bien disimulada arriba de uno de los tracks bailables más impactantes que hayan hecho los PSB. Vocal habla sobre el segundo verano de amor, la explosion acid house de finales de los ochenta, y el sentimiento extasis, mas de la música que de las pastillas. Era el baile y los beats, pero también era la melodía, la letra y un(a) cantante. Tennant esta ostensiblemente hablando de una época, de un movimiento y un estilo musical, pero bien podría estar hablando de sí mismo y su banda. Cualquier tema de Instrospective podría entrar perfectamente en esa definición. La inteligencia está, claro, en que el efecto nostalgia no es reproduciendo fielmente un sonido de época, sino haciendo lo que sería un tema “Vocal” en 2013. Cuando cerraron el concierto con esta canción hasta ahora desconocida, sabía que estaban haciendo esto. Y no se equivocaron.
¿Podrá Electric resistir el examen del tiempo? Difícil saberlo, pensamos lo mismo con respecto a Fundamental o Yes y nos equivocamos bastante. ¿Es Electric lo que la banda y el público necesitaba después de Elysium? Definitivamente. Si los Pet Shop Boys se merecen una nueva oportunidad, es con este disco.



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