“She’s so young, new. And I’m not”
Ver Nurse
Jackie significa necesariamente pensar en la naturaleza de la adicción. Porque
no nos engañemos, Jackie no consume, no es alguien que de manera recreativa y
pasajera se da un gusto químico: Jackie es adicta, psicológica y probablemente,
fisiológicamente (todas las pastillas que consume son generalmente conocidas
por producir acostumbramiento y dependencia). Me puse a pensar esto viendo las
notas que tomo mientras veo los episodios para luego escribir estos
comentarios: luego del enfrentamiento de Frank (y de haber internamente
festejado que sucedió en los primeros dos minutos del episodio, en lugar de ser
innecesariamente estirado hasta el final del mismo, o peor, de la temporada), y
ante el acting de culpa de Jackie escribí “le creemos?” Un gasto de tinta y
papel, menos de 30 segundos después tenía la respuesta: no, no le creemos. No
le creemos nada, nunca.
La única que
parece entender esto a la perfección es Grace, entre otras cosas, porque si
bien resiente a todo nivel a su madre (mas sobre esto en las Observaciones al
paso), en algún nivel la admira y envidia en su capacidad de llevar múltiples
vidas compartimentalizadas sin que se superpongan unas con otras. Y es Grace,
claro, la que le va a abrir los ojos a Frank, y ojo con salir con policías si
estas ocultando algo ilegal, porque son gente de recursos.
La pregunta
entonces es por qué Jackie insiste en algunas cosas más que para probarse a sí
misma que las puede hacer. Entiendo que cuando estaba casada con Kevin y
criando a las nenas la doble vida fuera una necesidad, pero ahora, ¿para qué
engancharse con Frank? ¿Para qué seguir yendo a las reuniones de AA y hacer
toda la pantomima con Antoinette? Nadie, ni antes ni ahora duda de su capacidad
como enfermera, y eso se mantiene, pero también está claro que podría terminar
su turno e irse de partusa con su amigo dealer/amante sin estar jugando al
borde todo el resto del tiempo.
La serie no
nos da respuestas, ni pretendo que nos las de, pero esto es un recordatorio de
lo que Nurse Jackie hace tan bien: abre debate, no deletrea (mayormente: la
historia de la monja alcohólica pareció un poco demasiado “on point”, pero también tengo que admitir que los tres párrafos
anteriores no existirían sin pensar esa historia también), no plantea héroes y
villanos. Está en cada uno ver de qué lado se pone, y sin temer a tener que
cambiar ese lado de una semana para la otra.
Algunas
observaciones al paso:
- El personaje de la adolescente petulante es una bomba de tiempo. Puede matar a un programa (Homeland), pulir otro (The Americans), o crear una super estrella (Mad Men). Admito que Grace me quedaba a veces más cerca de Dana Brody de lo que prefería, pero sin lugar a dudas, el potencial es que sea la Sally Draper de este programa. La diferencia es que si bien la Don de nuestro programa es Jackie, la relación entre Grace y Jackie recuerda a la de Sally y Betty (cosas amplificadas en la rivalidad madre-hija). El poder de ver exactamente a través de las pilas de mierda que presentan sus padres es lo que más las hermana, salvo que Sally termina siendo la adulta a sus infantiles padres, mientras que Grace tiene un rasgo de maldad (o simplemente venganza) más marcado. Pero ese dialogo con Frank fue como Sally on steroids.
- Mucho de la historia de Prentis esta semana me hizo pensar que va de salida de la serie junto con Coop. Su extrañar estar en el medio de la acción le daría la excusa perfecta (también el hecho de que Morris Chesnut sigue figurando como actor invitado en los créditos). Pobre Zoe…
- Esta es la Gloria Akalitus que nos gusta: astuta, práctica. Basta de pavadas.
- La bomba del embarazo de Kevin y señora va a traer cola, no solo para que Jackie termine de tocar fondo, sino también con Grace.