domingo, 27 de mayo de 2012

Comentario: Mad Men 5x11 - The Other Woman


"Do I have to do all of it?"

No es secreto que soy un fanático de Mad Men. Por eso escribo estos comentarios, por eso a veces dialogo o me enojo con los personajes o los guionistas, por eso hago de evangelizador con mis amigos, familia compañeros de trabajo para que la miren.
Esta serie me ha hecho reírme, llorar, pensar, horrorizarme, buscar nuevos caminos académicos y profesionales, apreciar la moda, el diseño, distintas formas de narración, y tantas otras cosas. Pero siempre con una cierta distancia intelectual, analítica. Toda esta introducción es porque este episodio de la serie tocó algo, una conexión emocional, algo que me conmovió mas allá de lo simplemente intelectual, y si este comentario parecer ir en todas direcciones, probablemente soy yo tratando de “ligar” toda esta emoción suelta, de alguna manera.

Definir a Mad Men como “un programa sobre Don Draper” probablemente sea un  punto de vista algo reduccionista. Históricamente, MM ha sido tanto acerca de las mujeres de Don Draper como de Don mismo. Betty, Megan, Bobbie, Susan, Midge, Rachel, Faye… y Peggy, por supuesto, lo más parecido a una “esposa laboral” que ha tenido. Y de la mujer que nunca fue “la mujer de…”, pero que siempre jugó un papel esencial para Don y todo lo que lo rodea: Joan.  Desde el principio el tema fue el lugar de la mujer en la sociedad en un momento de quiebre, y basada en tres arquetipos: la “mujer buena” ama de casa y madre, la “mujer mala” que se atrevía a usar la sexualidad como un jugador activo, y la “mujer profesional”, la que se estaba abriendo camino. Claro que la mujer buena término siendo un caso psiquiátrico a causa de ese rol, la mujer mala nunca fue realmente mala, sino un peón cuando algunos la creían reina, y la mujer profesional nunca dejó de pensar que le debía todo a un hombre. El rol de Don fue siempre el de una lectura algo diferente sobre estas tres mujeres: Betty es Betty porque Don hizo todo lo posible porque así fuera, aunque no hay más que verlo como actúa con Megan para darse cuenta que algo aprendió de esa experiencia; Joan, por más que otros la vieran como una bomba sexual manipuladora, siempre fue respetada por Don por su inteligencia, su tacto, su estoicismo (y su propio pasado: como siempre se nos recordó, pero nunca más que esta temporada, que Don es el hijo de una prostituta, su definición de “mujer mala” es bastante diferente de la de cualquiera de los otros socios de SCDP); y Peggy, desde el primer momento que dio cuenta de su talento, fue “uno de los muchachos”, un par, nunca “una mujer”.
Pero en el fondo, todas las mujeres son mercadería de intercambio en el universo Mad Men. “Finalmente algo bello que realmente te puede pertenecer” nos repitió con algo de falta de sutileza el slogan de Jaguar que todos los creativos (varones) se pasaron el episodio pergeñando.  Pero ¿Qué tan mercadería de intercambio? Y ¿Qué tanto esa mercadería tiene un precio?
La pregunta no es qué estamos dispuestos a hacer para tener lo que queremos, si no, qué es lo que queremos, y cómo podemos darnos cuenta. Megan quiere ser actriz, aunque ponga en peligro su matrimonio, aunque su trasero sea más importante en el casting que cualquier otra cosa. Peggy quiere… que la respeten por su talento. No porque Don no lo respete (aunque en este episodio hizo todo para demostrar que no lo hace), si no porque sabe que mientras este cerca de Don, nunca van a ser “sus” méritos. Y entonces el destino de Peggy está en otro lado, y hacia allí lo va a buscar.  Y Joan… que no sabe lo que quiere, o si lo sabe, también sabe que no lo va a tener con las herramientas que tiene a su alcance. Entonces a Joan los varones (y su madre, esa poderosísima herramienta del patriarcado) la definen desde afuera, como una cosa. Y se rebela contra esa definición. Hasta que otro varón, por sus propios mezquinos intereses, le pone algo ante los ojos. No dinero, tal vez poder. Y Joan cede, probablemente sin medir las consecuencias de sus actos (todo lo que Joannie consiguió este episodio, estense seguros que va a volver como un bumerán en cuanto se distraiga), y como para reafirmar cual es el lugar que le tocó en suerte, no es el hombre que ella esperaba el que intenta disuadirla, si no ese otro hombre,  extrañamente honorable.
Las (pocas) voces disidentes sobre esta temporada de Mad Men venían insistiendo que los episodios eran un poco tirabombas pero que finalmente la historia no avanzaba realmente. “The Other Woman” los calló la boca: todo lo que vino pasando, desde Peggy no teniendo el protagonismo esperado, hasta el recorrido de Joan que empezó con su embarazo y culminó tomando unos tragos con Don, hasta las historias de Roger, Pete y Lane convergen aquí. Olvídense de zou bisou bisou, del combate Pryce vs. Campbell o de Fat Betty: las acciones de los personajes en este episodio cambian el status quo por completo, dejándonos con ansiedad por los dos episodios que faltan y haciéndonos temer al largo receso que les va a seguir.

Algunas observaciones al paso:
  • Uno de los modos de analizar la relación entre Don y Peggy siempre fue la de “padre/hija”. Este episodio nos recuerda, con inmenso tino, que la verdadera relación de padre/hija es la de Peggy con Freddy Rumsen. Para entender mejor a Don y Peggy, miren esa última escena que comparten este episodio. Más de una vez, por si las lagrimas se la empañan la primera vez.
  • Don, Peggy, sus manos. En el primer episodio de todos, en “The Suitcase”, aquí… tan bien escrito, tan bien usado, siempre dando en la tecla justa.
  • Joan en su oficina. Joan en la habitación de un hotel. Joan en su departamento. Nuevamente, nunca es casual lo que le sucede a Joannie en cada ambiente.
  • Y que no parezca que Mad Men es solamente guionistas y actores: el detalle de dirección con los dos puntos de vista sobre la visita de Don al departamento de Joan... pocas veces un "truquito" aporta tanto a la historia y a entender la psicología de los personajes.
  • Siguiendo con el efecto “no responder a la demanda”, este episodio pedía a los gritos una interacción entre Joan y Peggy, y no la tuvimos mas allá de esa última mirada. De todos modos, si algo le faltaba a Peggy para decidirse fue Don preguntándole si su decisión tenía algo que ver con las novedades de Joan
  • Pete Campbell es probablemente el personaje más desagradable de la TV actual que no sea abiertamente “un villano”. Su manejo con Joan, mas allá de lo que haya sucedido después, más su trato de Trudy lo hacen simplemente despreciable. No hay redención posible,   y ya perdí la esperanza de que tuviese un final trágico.
  • Porque hablando de finales trágicos, ahí lo tenemos a Lane, otro desesperado. Lo que egoístamente lo llevó a manipular a Joan por un camino diferente del esperado, puede probablemente volverla  la orgullos propietaria del 5% de nada.
  • Necesito que alguien me ayude a "leer" a Roger en este episodio. Su reacción inicial, por lo menos sus caras, eran lo que esperaba. Pero  ¿qué pasó despues? Claramente no hubo tiempo para mostrar la reunión donde se analizó la "contrapropuesta" de Joan, pero me niego a creer que dejó que esto pasara como si nada. 
  • ¿Vieron el avance de la semana que viene? ¿Vieron donde está sentada Scarlett? Nada es casual en el universo Mad Men. 

jueves, 24 de mayo de 2012

Comentario: Modern Family 3x24 - Baby on Board


"Dylan, please shut the door." 

Ok, ¿por donde empezar, entonces? o mejor dicho, por donde empezar a terminar.
Si, el episodio fue mejor que los diez últimos. Pero ni se acerca a nada de las primeras dos temporadas, ni siquiera a los magníficos primeros tres de esta misma temporada. 
Hubo risas, de verdad. Y hubo lágrimas, innecesarias lágrimas. Y estuvo la musiquita de guitarra con la voz en off que me hace querer salir a cometer asesinatos por la calle.
Las risas vinieron de algunas de las cosas en las que hemos podido confiar siempre: la comedia física (en serio, Cam como la Mujer Maravilla, Phil bailando... clásicos), la interacción de los Dumphy como padres, que mostraron algo de la mejor comedia a la que Steve Levitan (creador de MF, que escribió y dirigió este episodio) nos tenía acostumbrados, en todo, desde los halagos fuera de lugar a Alex a los argumentos para convencer a Hayley. El personaje de Dylan, que con su idiotez no puede menos que hacernos reír, pero que como la idiotez de Phil o la de Luke, solo funciona si está escrita con inocencia y non-sequitours y no con la sutileza de una comedia de Chuck Lorre, como pasa a veces. 
Pero también está todo el resto. Jay, Manny y Gloria ya cansan, y la “vuelta de tuerca” con respecto a ese grupo familiar la puedo prever como insostenible (sólo el nuevo toque de “familia moderna” que le va a traer al programa me da alguna esperanza), y la salida por el drama de la historia de Cam y Mitch fue el “WTF” más grande del que tenga memoria.

Es cierto, en algún momento me desilusioné con la serie, y de ahí en más me fue imposible seguir viéndola con los mismos ojos. Hubo cambios, como remover los elementos de comedia más absurdos y agregar el tan mentado “corazón”, pero también, viendo este episodio, armé otras dos cosas que me estuvieron molestando, y que básicamente, son las que hacen que este sea mi último comentario sobre la serie.
Cuando Modern Family salió por primera vez al aire, se destacó por tres cosas: por mostrar una realidad de familias ampliadas que se ven por todos lados, MENOS en la televisión, por incluir a una pareja gay en el centro de la historia, integrada a su familia y con dinámica propia, y finalmente, por incluir una mujer latina en un papel no lateral ni de servicio doméstico.
¿Y que pasó con esto? Bueno, tenemos a la pareja gay más asexuada de la historia. Ojo, entiendo que esto es la ABC en prime time, no voy a esperar escenas de Queer as Folk, pero pasado el (hilarante) episodio de la falta de contacto sexual entre Cam y Mitch, no hay una sola muestra de afecto entre estos dos personajes que los posicionen como compañeros. Si como padres, hermanos, hijos... pero con esto resignando cualquier otra identidad que no sea completamente heteronormativa. Matrimonio, hijos, un compañero que trabaja y el otro es de facto ama de casa... podría ser una sitcom de los 50. Y cuando nos recuerdan que son gay, es porque están haciendo una mariconada. Y antes que me digan que estoy exagerando, díganme que la caricatura de la cita de Alex para el baile, pasada la risa inicial cuando lo identificamos como gay no pasa al patetismo.  
Y si los estereotipos gay son malos... no me hagan empezar con los latinos. La idiosincracia de Gloria pasó de ser encantadora a ser la mas burda caricatura. Por un lado , escuchen el acento de Sofia Vergara en uno de los primeros episodios, y escúchenlo ahora: ¿Notan el cambio? Pasó de ser una persona perfectamente bilingüe con un acento cargado a una colección de clichés sobre como los americanos escuchan a un latino “intentando” hablar en inglés. Y los toques que eran interesantes, como comprender el gusto por el fútbol o las telenovelas, pasaron a la situación de telenovela en el hospital, que de nuevo, pasa de comedia a xenofobia en segundos. Como televidentes de culebrones, claro que identificamos lo que nos hace reír. Pero imagínense televidentes norteamericanos, simplemente reforzando estereotipos. Si hubieran hecho un argumento así con la comunidad afroamericana, todavía tendrían que estar pidiendo disculpas.
Estos dos puntos, que me irritan, son en realidad señales. Señales de la pérdida de sutileza, de dejarse estar en el éxito y solo preocuparse por continuarlo.
Hay una máxima de las sitcoms que dicen que una serie “jumped the shark”, como código por “se arruinó para siempre” cuando tienen que agregar a un bebé a la trama. Los dejo que saquen sus propias conclusiones cuando terminen de ver el episodio.
Gracias por leer, y buenas noches. 

martes, 22 de mayo de 2012

Comentario: Nurse Jackie 4x07 - Day of the Iguana


“We need to improve your profile”
Hace unas semanas decía que el gran tema de Nurse Jackie, por lo menos durante las primeras temporadas, había sido la mentira. Y el famoso “karma” de esta cuarta, las consecuencias de las mentiras. Este episodio retoma algo de eso, y podríamos llamarlo la “mentira por encargo”, o por lo menos, el faltar a la verdad con una segunda intención, ya sea buena, mala, moralmente dudosa o completamente ambivalente. 
Si Jackie quiere retener la custodia de las nenas, le dice su abogada, no va a alcanzar con hacer buena letra, también hay que hacerlo quedar mal a Kevin. A la mentirosa le piden que mienta, y curiosamente, no puede hacerlo. O’Hara y Eddie al rescate, entonces, retomando la golpiza que le dio Kevin cuando Eddie confesó su relación con Jackie. Un viejo amigo enfermero de Gloria, Dick,  con demencia de algún tipo está en el hospital, y para mantenerlo calmado, todos le siguen la corriente. Esto también implica mantener un pacto de caballeros entre enfermeros para no levantar la perdiz. Salvo que Dick, Sam y los demás dejan caer a un paciente lastimándolo peor que cuando llegó. Cruz entonces les pide a todos que no revelen la verdad, ni que siquiera impliquen que pasó algo diferente de la “historia oficial”. Claro, olvidaron explicarle esto al delirante... Jackie le tiene que pedir a Cruz que de alguna manera, mienta por ella como “testimonio de carácter” para presentar en la corte. Cruz dice que no va a mentir... pero no parece tener problemas con faltar un poquito a la verdad.  Charlie le pide un favor enorme a Jackie, quien nuevamente, es la única que no puede mentir ahora, y termina finalmente enterándose de la relación filial de Charlie con Cruz. 
También hay elementos de mentirse a uno mismo, o por lo menos, dejar de hacerlo. Algo de eso se jugó en el momento entre O’hara y Coop, y especialmente en Zoe rompiendo su compromiso con Lenny. Queda por ver si todo el teleteatro de Zoe es real, o simplemente algo que se le está jugando por el lado de la inseguridad luego de los enredos por el anillo y su rescate. O si efectivamente, decidió dejar de mentirse a sí misma. 
Si esta fuera una serie de aire, creo que podríamos considerar que este es un episodio en dos partes: por lo que vemos en los adelantos, la resolución a varias de las cosas planteadas recién la vamos a ver la semana que viene, incluyendo una amenaza de despido a Eddie, Gloria y si hay algo de lógica, la mismísima Jackie por ser el proveedor, la encubridora y la adicta respectivamente. Y por todos mentir al servicio de la gran mentirosa. A menos que sea Charlie al rescate...
Algunas observaciones al paso:
  • La mini reunión Sopranos de Edie Falco y Aida Turturro fue genial. Muy bueno verla a Aida usando sus poderes de conchudismo “para el bien”.
  • Era hora de que le dieran algo de resolución al triángulo Cruz/Jackie/Charlie. Recuerden que se los predije a la altura del episodio 2 ( si no  el 1...)
  • El momento de Thor y Coop que abre el episodio fue genial (ya hay screencaps y fan fiction circulando por la red, búsquenlas). Una injusticia que Stephen Wallem, uno de los jugadores más sólidos de la serie esté confinado al status de “actor invitado”, cuando Kevin y las nenas figuran como protagónicos y los vemos 1/8 del tiempo televisivo de Thor.

Comentario: Mad Men 5x10 - Christmas Waltz


"Maybe you and I should go as a couple"
Si, cuando el tiempo pase, Mad Men nos deja un solo icónico legado, seguramente va a ser la imagen imborrable de Don Draper y Joan Harris. Ellos dos, en una foto, encapsulan todo lo que tenemos que saber de la serie, ya ingresaron al panteón de la cultura popular.
Pero al contrario de Maddie y David, Sam y Diane o Ross y Rachel, la diferencia es que Don y Joan nunca fueron una pareja, y nunca fue una subtrama de la serie que pudieran serlo. ¿Fans pidiéndolo? Siempre. ¿Una idea comercial poderosa? Seguramente. Pero lo más cerca que estuvieron de “algo”, en la temporada 4 cuando Joanie le dio un casto piquito en la entrega de los Clio, fue también la más clara demostración que el vínculo que los une es otro muy diferente, de dos personas que tácitamente se conocen, saben que esperar del otro y que seguramente seguirán unidos por una larga y fuerte amistad.
Ante el muro de silencio que impone Mathew Weiner a su elenco para que no se revele detalle de la trama de la temporada, el único atisbo que se llegó a dar fue que tal vez este fuera el año del acercamiento de Joan y Don. Justamente por ser tan obvio como táctica de distracción, nadie lo tomó demasiado en serio. Bueno, este fue el episodio de “algo entre Don y Joan”. Pero, ¿qué fue ese algo?. Fue la increíble química entre dos actores, dos de los más bellos especímenes de la raza humana que en cualquier fantasía tendrían que terminar revolcándose, justamente, no haciéndolo. Pero que por tensos minutos, podrían haberlo hecho. Y si no pregúntele a Megan. O a Roger, si se imaginara lo que pasó/podría haber pasado. 
Como cada vez que pasa algo grande que involucra a dos personajes en Mad Men, la referencia sigue siendo el episodio The Suitcase, donde se nos desnudaron (metafóricamente, claro) Don y Peggy. De la misma manera, esta vez ese pas de deux fue  entre Don y Joan, Hamm y Hendricks, mostrando todo lo que tienen para mostrar y dando clase de como hacerlo. La historia es sencillísima: ante la noticia de que Greg le está pidiendo el divorcio, por primera vez en cinco años de serie, la vemos a Joan perder su compostura a prueba de balas. Don lo detecta al minuto, y la saca a Joan. Su aventura incluye hacerse pasar por marido y mujer (con hijos “4 en total”. Joanie puede estar alterada pero jamás pierde el sentido de la ironía), manejar un Jaguar y tomar mucho alcohol en vísperas de navidad en el bar de un hotel. Y demostrar cuanto se conocen y se respetan estos viejos compañeros de varias guerras. 
Dudo que veamos más que lo que pasó, si algo aprendimos es que Weiner y compañía se especializan en ir en contra de las expectativas del público. 
Eso también parece que aplica a la decadencia y posible muerte o suicidio de alguno de los personajes que se viene presagiando desde el primer episodio. Claro que no va a ser Peter! Va a ser Lane, quien cometió probablemente uno de los actos más imperdonables en su medio. Cuando alguien detecte que esa firma es falsa...
Y en una tercera, y tal vez medio descolgada historia, el inesperado regreso de Paul Kingsey nos permite ademas focalizarnos un poco en el casi olvidado Harry Crane. Fue un lindo detalle remontar a que estos dos personajes fueron presentados como un par desde el primer episodio, salvo que a uno le llegó el éxito profesional por subirse al tren de la TV antes que nadie, y al otro le pegó su propia pretensión por el peor costado y ahora es Krishna. El patetismo ante la imagen de Paul fue poderoso, y sirvió además para   agregar algunas capas al personaje de Harry y para que la segunda mitad de los 60 nos pegue una cachetada con todo desde los Hare Krishna hasta Star Trek.
Quedan tres episodios, y las cosas parecen ir precipitándose, estamos atentos a ver que pasa.
Algunas observaciones al paso:
  • Roger sabe! Por supuesto que era esperable que se hubiera dado cuenta que Kevin Harris es en realidad su hijo, pero fue una sorpresa que lo discutiera tan abiertamente con Joan. 
  • Las últimas dos veces que una secretaria fue identificada por nombre tan tempranamente, terminamos con Jane Sterling y Megan Draper. Demasiado foco en esta chica Scarlett, esténse atentos.
  • De la misma manera que la internet hoy se partió en dos con especulación sobre Don y Joan, tengo más de un amigo escribiendo fan fiction basada en el abrazo entre Harry y Paul...

sábado, 19 de mayo de 2012

Sobre En terapia, adaptaciones y "seguridades" de casting


No estamos acostumbrados a las adaptaciones en televisión, y mucho menos a las adaptaciones literales. Decimos "adaptación de serie norteamericana" y pensamos "Florencia Peña haciendo boludeces y morcilleando el guión". Llévenle a un guionista de Married with children un subtitulado de los Argento y no va a entender que se supone que es la misma serie.
En terapia es un bicho aun más complicado, porque es la adaptación de la adaptación: In treatment es a su vez la americanización de un producto de origen israelí. Cuando empezó este proyecto en Argentina, se habló de que iba a ser más similar al original que la versión HBO que la mayoría de nosotros vimos. No puedo dar fe no habiendo visto la original-original, pero hasta ahora es un calco de la norteamericana con algunas adaptaciones necesarias para que tenga sentido en nuestro contexto.
Hay muchos motivos para no coincidir con el planteo, algunos puramente psi, muy propios de nuestra realidad sobre psicoanalizada: que no es psicoanálisis, que por qué atiende parejas, que si las patologías están bien escritas o no, y blah blah. Me parece que fijarse en esas cosas es irse un poco de tema: el planteo de la serie, por lo menos de ésta y la norteamericana que ya vimos es dejar que un puñado de actores, en un formato muy despojado y con un guión muy estricto, muestren lo suyo. No es un simposio. Lo demás es una puesta minimalista, un poco de dirección de cámaras y listo.
Entonces si hablamos de En terapia tenemos que hablar de actores. El casting local hizo un par de apuestas por lo seguro, un par muy arriesgadas y un par que son neutras. Digamos que ir por Norma Aleandro o Leonardo Sbaraglia difícilmente sea un riesgo (solamente económico), que esta chica Ailin Salas es una apuesta neutra  y que poner a Julieta Cardinali es un papel complicado y central podía salir o muy bien o terriblemente espantoso.
De todos los castings igual, el más complicado es el del personaje central: el psicoanalista, Guillermo en la versión local. Cuando eligieron a Diego Peretti, supongo que dijeron "va de taquito": más allá de su trayectoria actoral, Peretti es psiquiatra de profesión y ya hizo un papel psi en Locas de Amor. Y a mi entender Peretti es el principal problema del programa. Todo el tiempo parece como que no se supiera la letra, y ...hace pausas en...lugares raros que... no se... terminan de entender. Realmente parece que uno escuchara a un actor amateur en una obrita de barrio. Y su personaje es DEMASIADO central como para que pase desapercibido. El sentimiento es de extrañeza, y afortunadamente, nos gusten más o menos, los demás actores no hacen "actuación reactiva", porque si no todo el proyecto haría agua. Una lástima, porque en otros sentidos da desde el Physique du rôle, la edad es la correcta y los demás actores parecen responder bien en la interacción.
El resto del elenco como ya decíamos, tiene una mezcla de cosas: Julieta Cardinali está mejor de lo que esperaba, y el primer episodio de "Marina" (a quien los que vimos la serie original conocemos mejor como Laura) es el más complicado. Sé que a mucha gente no le gustó, pero creo que es más un prejucio que otra cosa. “Volvete a Verano del 98”  no es una crítica seria, porque si no lo tendríamos que mandar a Sbaraglia de vuelta a Clave de Sol y no es el caso. El personaje tiene que ser así, linda, histérica, medio al borde.
German Palacios tiene un personaje que es sumamente antipático, y saca la arrogancia necesaria a la perfección. Es el personaje que requiere también una adaptación más radical para nuestro medio, pero el pasar el marine a una fuerza policial tiene perfecto sentido en nuestro contexto.
Ailin Salas no me termina de convencer, pero también admito una cierta antipatía por el personaje tal como está planteado, especialmente en los primero episodios. Mia Wasikowska lo hizo suyo en su momento, tengo dudas que también sea el caso, pero habrá que dejar pasar las semanas.
Sbaraglia y Fonzi estuvieron impecables. Hasta cierto punto elegidos contraintuitivamente, dan cuerpo a esta conflictiva (¿conflictuada?) pareja con credibilidad. Fonzi sobre todo, haciendo de una mujer de armas tomar, sorprende por la fuerza y la determinación. En el contexto de la serie, es probablemente “la sesión” que menos me interesa, y sin embargo fue de los mejores episodios.
Alejandra Fletchner por ahora tuvo una mínima aparición como la esposa de Guillermo. Este es un personaje menor pero muy rico, y Fletchner es una actriz de la hostia que no me cabe dudas que lo va a sacar a la perfección. 
Esto nos deja finalmente con Lucia, el personaje de Norma Aleandro. Hay muchas cosas para observar aquí: una propia de la estructura del programa, que es la inversión de roles, con Guillermo en el metafórico “diván”. Peretti curiosamente se ve mas cómodo, como que le sacaron el peso de encima, aun cuando la posición del personaje es bastante a la defensiva (y aunque… sigue haciendo sus…pausas… raras). La otra tiene que ver con Norma propiamente dicha. Independientemente de su calidad actoral, Aleandro le trae un peso muy especial al personaje, una por su edad y prestigio como actriz, que en seguida la ponen en el lugar de “la maestra”, y la otra porque sabidamente la esposa de un respetado psicoanalista en la vida real, y seguramente psiconalizada por años y años, no está “diciendo letra”: mayormente SABE lo que dice (aun cuando, bajo su propia admisión, no siempre coincida) y eso se nota a kilómetros de distancia. Y acá vuelvo al principio: con su propio bagaje, sería de esperar que Peretti también supiera, y sin embargo, algo se pierde.
Concluyendo, es una apuesta fuerte. Admito que como tantos otros seguidores de las series, estamos esperando buscar el punto de falla, el lugar donde los amateurs locales metieron la gamba. En lo formal, está logrado: decorados, luz, cámaras, el respeto por el guión. En lo actoral, tal vez haya que esperar a que un par de cosas se vayan acomodando. Y ver si las resoluciones son las que esperábamos o agarran para otro lado.
Pero calculo que para el que esté virgen de la versión o versiones originales, seguramente les va a parecer una apuesta distinta, bastante arriesgada y con un lenguaje nuevo, y que vale la pena prestarle atención.

jueves, 17 de mayo de 2012

Comentario: Modern Family 3x23 - Tableau Vivant


“Alice? Really?”

Esta semana fueron las “upfronts”, en las cuales las cadenas de TV de EE.UU presentan a los anunciantes los programas de la próxima temporada. Es un evento importante, donde se define el futuro de algunas series, cuáles son los pilotos elegidos como nuevas apuestas para la temporada, y donde las cadenas hacen un balance del año que pasó y presentan la estrategia para el que viene.
Cuando tomó el podio el presidente de la ABC, tiró el nuevo slogan de la cadena, que es algo así como “televisión que se siente”. Digamos que la apuesta para el canal de la Disney es apelar a “los sentimientos”.
Cuando leí esto, me recorrió un frío por la espalda. Hay un programa de la ABC que estuvo toda la temporada “apelando a los sentimientos” y en el proceso arruinando todo lo que lo hizo bueno en sus dos primeras temporadas: Modern Family.
Si son televidentes, conocen el sentimiento, es esa nausea que nos viene al minuto 19 cuando de repente empieza la musiquita, y una voz en off nos dice la moraleja de la semana. Ojo, no es que considere que todas las comedias tienen que ser cínicas, Seinfeld en potencia, simplemente que esta serie era diferente, uno encontraba otras cosas, que ya no están.
Y no es porque el elenco haya cambiado, o los guionistas: no hay más que ver las situaciones realmente graciosas, como el encuentro de Phil y Hailey antes de los títulos, la secuencia de Mitchel en el ascensor, o el chiste recurrente de que Phil se casó con Claire por no poder cortar con ella abiertamente en el momento oportuno. De todas maneras, también estas situaciones, más o menos graciosas, parecen cosas aisladas, no parte de una historia más grande. De hecho, a 10 minutos de haber terminado de ver el episodio, ya me olvidé de cual era el conflicto entre Jay y Gloria. Y hasta algo del timing que solía ser tan preciso se perdió: díganme que no soy el único al que la escena del Tableau Vivant que le dio el nombre al episodio en un momento se puso incómodamente larga. “Vergüenza ajena” de larga. 
Por si me cabía alguna duda de que estoy dejando otra serie más (y ya son varias en el año... como estoy!), las declaraciones de este tipo que les mencionaba más arriba, terminaron de convencerme. Un episodio más, el final de temporada, y buenas noches. 

miércoles, 16 de mayo de 2012

Comentario: Nurse Jackie 4x06 - No-Kimono-Zone


“Meat, seafood, scotch, sex”
Quiero empezar por decir que este fue probablemente, el mejor episodio de la temporada de Nurse Jackie, y uno de los mejores de toda la serie. Digo esto porque mientras lo miraba, ya sabía que me iba a detener sobre dos puntos críticos,  que tal vez no terminaran de condensar esa información. Fin de mi descargo, ahora el comentario.
Suelo comentar lo cuidadosamente freudianos que son los guionistas de Mad Men, especialmente en lo que refiere al personaje de Betty. En el desarrollo del personaje hay una lectura cuidadosa, detallada y probablemente asesoría profesional. Digo esto porque hay tanto “sentido común” sobre Freud que todos nos creemos que sabemos, cuando en realidad repetimos muletillas que no sabemos decodificar. Una clásica es “el sueño es realización del deseo”. Entonces si soñaste que te besabas con tu jefe, es que querés besarte con tu jefe!. Errr, no.
Por todo lo genial que tiene Nurse Jackie, y este episodio en particular, empieza con una secuencia onírica que claramente nos refleja un deseo de Jackie que conocemos (drogarse) y uno que nos tiene que sorprender (una poco imaginable atracción por Cruz). ¿Cómo eligen mostrárnoslo? Jackie toma una pastilla y se besa con Cruz. Error de principiantes. Igual, esto remonta inmediatamente cuando vemos que era un sueño dentro del sueño, y el intercambio con O’Hara si adhiere más a la condensación y el desplazamiento que estaba esperando. 
Es algo menor, en el contexto de una narrativa brillante, así que casi lo dejo pasar. 
De hecho, como recurso es muy bueno porque hace que Jackie efectivamente vea a Cruz con otros ojos. Toda la secuencia de ambos salvando el pié de uno de los casos de la semana fue claramente “punto de vista Jackie” descubriendo que por todo lo administrador villano que es, Cruz es un médico admirable. 
Lo demás es un episodio de “un día en la vida” de todos estos personajes, justo cuando a un par de ellos le pasan cosas que probablemente se las cambien para siempre: Zoe comprometida, Jackie enfrentando divorcio, juicio de tenencia y otros etcéteras kármicos, O’Hara a punto de ser madre. En el medio, Zoe es mejor madre y padre que Jackie y Kevin juntos (pero con kimono),  Eddie le da una información frustrante pero tácticamente clave, Coop pasa de ser un tarado que da miedo con el bebé de O’Hara a un tarado querible con Zoe y Gloria muestra que es mucho más de lo que solía dejar ver. 
Todo en su lugar, nada forzado, creíbles los diálogos y las situaciones, fieles a lo que ya vimos y sentando las bases de lo que viene. Buena televisión, de la mejor. 
Quería detenerme sobre otro tema abierto por el episodio, y si alguno le molesta que me ponga político, puede dejar de leerme acá.
El segundo caso de la semana fue el de una mujer trans que se tiene que atender por una intolerancia al estrógeno que está tomando. Que este episodio se haya emitido a menos de una semana de la aprobación de la Ley de Identidad de Género en Argentina es los que se suele llamar serendipity. 
Todo aquel que no entienda por que la ley es importante, tiene que ver este episodio, conocer a Lonna que no quiere ser Mark, aunque Mark sea el que tiene el seguro de salud (un recurso que se resuelve además por el lado del humor, y por mi nueva Super Heroina, Gloria Akalitus y su conocimiento de clínicas trans, trucos legales y corazón del tamaño de Canadá). Lonna que siente la necesidad de recordar a cada minuto que tiene un trabajo “de verdad”, que está haciendo la transición legalmente, que ya tuvo que contestar cada pregunta de mierda imaginable y que esta vez tuvo la suerte de ser antendida por Jackie, O’Hara y Gloria (piensen hasta en la bien intencionada Zoe, diciendo que no sabe si el paciente es “un chico o una chica”).
Un episodio de mitad de temporada, avance de todas las historias, un debate sobre lectura de Freud, un manejo educado y político de la problemática trans... una lástima que más gente no esté disfrutando de este gran momento de una gran serie. 

martes, 15 de mayo de 2012

Comentario: Mad Men 5x09 - Dark Shadows


“This is irritating”

El conflicto de clases se puede resumir como el conflicto entre los que tienen y los que no. Es también el corazón de casi toda la ficción, desde la novela rusa a las novelas de la tarde. Es obviamente, el conflicto en Mad Men de vez en cuando, aunque en este caso, fue más del tipo “el conflicto entre haber tenido y tener”.
Una de las figuras centrales del episodio fue el árbol genealógico que estaba armando Sally Draper, con esas complicaciones tan de segunda mitad del siglo XX que son las familias ensambladas. Si tuviera alguna habilidad gráfica, yo comentaría este episodio armando mi propio árbol de celos y rivalidades: Betty claro envidia a Megan que tiene la figura que ella alguna vez tuvo, a “su” marido y hasta la simpatía de su hija. Don ve como Michael lo está dejando creativamente detrás. Peggy hasta cierto nivel, también, y envidia que hasta la hayan dejado a un costado para los negocios espurios. El del negocio espurio, claro, es Roger, que con tal de superar a Pete pone todo en juego. Incluyendo a Jane, a quien termina de todas maneras celando ante un modelo más nuevo. Jane, mostrando lados que ni le conocíamos, claramente envidia la atención que Joan siempre fue merecedora a los ojos de su ex marido (“no es una profesional, o algo así?” Perrísima, una de las mejores líneas del episodio, lleno de líneas perrísimas). Pete envidia a Howard por su esposa (quien aparece en una de esas ya demasiado recurrentes escenas imaginarias que quedan fuera de registro en el programa). Megan, un poco más equilibrada, es envidiada por Betty y su compañera de actuación, pero está claro que también envidia la posibilidad de actuar en Dark Shadows que se le presentó a ésta. Y tanto Betty como Megan envidian en cierto nivel al fantasma de Anna, tan presente como la última vez que la vimos en “The Suitcase”.
Igual, mientras que toda la “vieja generación” recurre a tácticas sucias (lo de Don con la campaña de Michael es realmente bajo, aunque un juego de niños ante la barbaridad que hizo Betty) y a la agresión pasiva, la nueva generación va de frente: en una clara asimetría de fuerzas, Peggy lo enfrenta a Roger y Michael a Don, pero la que se lleva los premios es Megan, no sólo por blanquear inmediatamente con Don el asunto Anna, sino por leer a la perfección las intenciones de Betty y negarle la satisfacción.
Igual, para nuevas generaciones, no hay como Sally... una destilación de las características más maquiavélicas de sus padres, que encima se está entrenando para la manipulación profesional. Megan cuidado... si le das un arma en el primer acto, seguramente será disparada en el tercero.
Algunas observaciones al paso:
  • Polarizante como es el personaje de Betty, está claro que es central y necesaria al programa. Desde el divorcio que no saben muy bien que hacer con ella, sumado al embarazo de January Jones, pero pocos personajes tan claramente representan el concepto de “love to hate you”.
  • Sigo fascinado por lo buen marido que es Henry para Betty. Betty claro, es incapaz de apreciarlo. Algunos comentaristas americanos criticaron que “Betty ya no sabe ni con que está insatisfecha”. Claro que no, lean un cacho sobre histeria muchachos, la Señora Francis es la histérica mejor escrita de la TV actual.
  • Finalmente un encuentro entre Betty y Megan! Y fue todo lo que esperábamos. Betty en el departamento fue un momento de identificación absoluta (vamos, ¿quién no moriría por revisar impunemente el depto del ex con la actual?), y la “ventana hacia el pasado” de Megan en corpiño me hizo tenerle un poco de lástima. Hasta que abrió la boca sobre Anna, claro. 

viernes, 11 de mayo de 2012

Comentario: Modern Family 3x22 - Disneyland

"Do I look like I'm joking?"


La familia completa va a Disneyland(1). Hay complicaciones.
WORST.EPISODE.EVER.


(1) Disneyland, al igual que la cadena ABC que emite el programa, son propiedad de Disney, inc. 

jueves, 10 de mayo de 2012

El primero te lo regalan...

Tiene que haber sido en el 77 o 78, no mucho antes y seguro que no después. Un día cae mi padrino Reinaldo con una historieta, de las clásicas de Novaro, de las "grandes" (los viejos como yo sabrán distinguir entre "grandes" y "chicas"). Era de "Marvila", la que se ilustra más arriba en su tapa original.
Probablemente ya había tenido historietas de superhéroes en mis manos, pero esta es la primera que recuerdo haber atesorado, la que me hizo interesar por que había pasado antes y que pasaba después, la que inició una colección. La que empezó este hábito que ya lleva más de tres décadas.

La original y la de Novaro que llego a mis manos
Como ya lo mencioné en otro lado, la película de Superman y la serie de la Mujer Maravilla tuvieron mucho, mucho que ver con esta relación enferma, aunque pensándolo bien mi primer contacto deben haber sido los Super Amigos (por ese motivo no me sorprendió ni me pareció raro que hablaran de "Marvila") y todavía recuerdo el día que mi hermana Marcela me hizo hacer el 1 + 1 que la Marvila de los Super Amigos y la Mujer Maravilla de la serie de TV que recién empezaba eran una y la misma.
Era un gran momento para iniciarse en el tema: por un lado la fértil imaginación propia de la edad, por otro la avalancha de exposición que trajo la peli de Superman (recuerdo con especial cariño las figuritas detrás de las tapas de gaseosa de la línea Pepsi con la escudería de DC y el correspondiente álbum, que me presentaron por primera vez a montones de personajes que aun no conocía, como un par de los Titanes a quienes no identificaría como tales hasta mucho más adelante), y finalmente, Novaro tenía una importante distribución en los kioscos de todo el país (he comprado historietas por Mendoza, Córdoba, Bariloche y toda la costa atlántica, siempre en un molesto -para los demás- ritual de recorrer kiosco por kiosco a ver que tenían) y en cualquier feria o canje se conseguían cosas de los sesenta a precios irrisorios (esto es mucho antes de la sequía especulativa que llegaría a finales de los 80).
Con esto fui conociendo  más , identificando que me gustaba y que no (desde temprano me aburrí con Batman, me sigo aburriendo con Batman) y armando una colección que en retrospectiva era MUY interesante (estoy ahora pagando 60 dólares por cada uno de los Archives de mi serie favorita, la Legión de Superhéroes que contienen historias que oportunamente leí y/o poseí en su formato original para LATAM).
En el año 79 hice el viaje reglamentario a Disney en la era de la plata dulce. Todavía me acuerdo de ver en un newsstand de aeropuerto los comics en inglés y no animarme a comprarme nada por el idioma. Todavía me arrepiento también. Tengo grabada a fuego esta tapa que vi ese día: 

Noten la presencia de Power Girl. Sera por esto que la tenia bloqueada?
A eso de los 13 años, más que nada por presión del entorno, abandoné estas cosas ‘para chicos’ y me mantuve en esa posición por mis años de secundario. Vale aclarar que mi colección de incunables fue regalada y/o tirada. Prefiero no hablar más del tema para no revivir el trauma.
Calculo que fue a los 19 o 20 que el kiosco de Corrientes y Talcahuano me empezó a llamar la atención, con las coloridas tapas, ahora en inglés. El “cigarrillo del regreso” fue Flash 14. No entendía nada. La Crisis había terminado hacia poco más de un año, nada era como lo recordaba. Me fascinó. Y justo a tiempo: llegue en el momento preciso para la dominación de Keith Giffen del Universo DC, quien es desde entonces, mi creador favorito: JLI y pronto JLE (que me recordó a Power Girl, quien era una favorita de mi infancia que tenia bloqueada), Invasion!,  L.E.G.I.O.N y por supuesto, mi amada Legion con la que reconecté inmediatamente. De hecho, Giffen y Legion dieron mi historia favorita, con la que trato de evangelizar a la gente: la Legion “5 years later” (no suele ser muy efectiva mi evangelización: resulta que para tener una idea vaga de lo que está pasando, hay que tener un conocimiento enciclopédico de la serie, especialmente de los 60… que pocos leímos originalmente o ahora a 60 U$S la dosis).
La tapa del numero "del regreso"
Los 90 fueron locos. Me compré todo. En un momento, hasta importé mis propios comics y luego los revendía.  Los números 0 después de Zero Hour, todo Marvel vs DC, Kingdom Come con ese golpe de nostalgia que era de MI generación... Esto duró hasta que el dólar se disparo.
Ahí me puse mucho más selectivo y la verdad que la calidad de las cosas que fueron saliendo me ayudó a no sufrirlo demasiado. Prefiero la serie de Justice League Unlimited de Cartoon Network a muchos de los comics contemporáneos con los mismos personajes.
La relación hoy no es la mejor. Desde el 2001 que casi no compro números sueltos, los libros que me compro son generalmente de nostalgia, y ni siquiera leer gratis de pirata me alienta a leer los "nu52", el más reciente relanzamiento del universo DC. 
Eso sí, en un mes más o menos sale el paperback  de “las 12 tareas de la Mujer Maravilla”, aquellas que empezaron con aquel número seminal. Ya lo tengo pre ordenado en Amazon. 

martes, 8 de mayo de 2012

Comentario: Nurse Jackie 4x05 - One armed Jacks


“You touch me, you’re homeless”

Lo que distingue a Las Grandes Series es que suelen ser sobre algo más que lo evidente,  que como toda buena obra de arte si uno va más allá de lo superficial, que puede o no ser maravilloso, hay más capas para apreciar. Durante años se consideraba que la televisión era un género menor, y de todas sus expresiones, las seriadas solamente estaban levemente por encima de los programas de entretenimientos y las telenovelas. Si bien siempre hubo excepciones, el cambio grande fue a partir de los 90, y su punto de quiebre fue sin lugar a dudas, The Sopranos
Nurse Jackie comparte ADN con Sopranos, a través de Edie Falco, por supuesto, pero realmente es exagerar un poco ponerla en la misma categoría.
Si usamos como variable de análisis el “ser sobre algo más”, si bien el tema subyacente las primeras tres temporadas podríamos decir que fue la mentira, Jackie, buena o mala, siempre fue más del estilo “lo que ves es lo que hay”.
Me puse a pensar esto porque esta temporada hay un tema que une logicamente casi todo lo que sucede, y que fue de manera bastante obvia promocionado desde antes, con el slogan de la temporada: “Karma is a bitch”. Jackie Peyton acumuló años de mal karma, y ahora le está cayendo todo junto. Tal vez demasiado junto. Esto se expresa a todo nivel: desde lo mal que la está pasando post rehabilitación, a el divorcio e inminente juicio de tenencia de sus hijas, a una incomoda situación laboral, a lastimarse un hombro y no poder tomar nada para calmar el dolor. 
Pero este episodio tuvo algo más, algo más allá de lo obvio, un tema si se quiere: gente que no son o no se están comportando como “ellos mismos”. Jackie, claro, producto de su desintoxicación, ya lo veníamos viendo. Pero O’hara no se reconoce en su cuerpo de embarazada, Gloria no se reconoce de vuelta en uniforme de enfermera y prende un cigarrillo después de 30 años, Zoe se despega de Lenny glamorizando su imagen, buscando otras alternativas de trabajo y queriendo mudarse sola. Para rematar todo esto, Cruz intenta obligar a todos a usar nuevos uniformes, tal vez la única cuota de “ellos mismos” que se les permite a los enfermeros, acrecentando el sentimiento de “no soy yo”. 
Es algo no enteramente efectivo, pero interesante, algo como para darle otra vuelta de tuerca a la serie.
Por otro lado, si bien se la suele considerar una comedia, más que nada por su duración, muchas veces el contenido humorístico falta. En este episodio estuvo dado por Thor (siempre genial), Zoe (tierna) y Coop (idiota).
También tenemos a la historia de Cruz y Charlie, que repite clichés que realmente hacen que se me baje toda la estima que me general los otros detalles. Igual, si la vuelta de tuerca de los avances con el acercamiento Jackie-Cruz son ciertos, puede tener una resolución... inesperada.
De un modo u otro, cualquier serie que me hace pensar y escribir todo esto, merece la mayor de mis estimas. 

lunes, 7 de mayo de 2012

Comentario: Mad Men 5x08 - Lady Lazarus

"When did music become so important?"

En un raro momento para Mad Men donde se refiere a algo muy importante que sucedió fuera de cámara, Ken menciona que ante el nuevo cliente que está tratando de presentar al mercado a la crema artificial Miracle Whip, Don y Megan hicieron el “Don and Megan show” y le vendieron la campaña. Aunque no la hayamos visto, es fácil imaginarnos ese show, después de verlos hace dos episodios trabajando como un equipo para conquistar la cuenta de Heinz. Y si es un meta comentario o no, es difícil saberlo, pero es cierto que esta temporada de la serie, es, a grandes rasgos, el show de Don y Megan. Tanto que hay  toda una serie de comentaristas de la serie que consideran que tanto foco en el personaje de Megan está matando el programa.
No coincido, creo que como toda serie con muchos años en el aire, nuevos personajes pueden traer una revitalización, y también es cierto que Megan es una estrategia para comentar sobre otras cosas: sobre un Don cambiado, sobre la ambición y las inseguridades de Peggy, sobre una nueva generación que podría estar hablando en chino por lo poco que la entienden otros personajes con quienes se lleva diez o menos años pero que podrían ser 150. 
El tema es que Megan, probablemente como corolario del diálogo con su padre la semana pasada, no sólo ha estado yendo a audiciones para volver a intentar como actriz, si no que además en una movida que nadie parece entender, decide dejar la agencia. Don no entiende, y sin embargo lo acepta y hasta reflexiona que si no la deja hacer lo que siente, tiene otra potencial Betty en sus manos. Peggy no entiende y se enoja, pensando en cuanto le costó a ella lo que a Megan le cayó del cielo y ahora renuncia, pero en el fondo se da cuenta de lo valiente de la decisión. Y a su manera, el único que parece entender es Michael, que como Megan, ya conoce todas las pistas de “Revolver” mientras que el resto de los personajes todavía no entendieron “I wanna hold your hand”.  
Hablando de Peggy, el foco en el personaje es tan rico y variado, que siempre resulta un placer. A la capacidad de tomar distancia y apreciar lo que Megan está haciendo se suma la ambivalencia que siente ante Don: por un lado no le puede mentir, por el otro, el arranque de rebeldía adelante de un cliente los descolocó a todos. De la misma manera que Roger tiene una pequeña pero jugosa intervención jugando al rol de padre con Don, nunca más evidente cuanto de figura paterna Don tiene con Peggy... que está pasando en este momento por una complicada adolescencia.
Y de fondo a todo esto, Pete. Al igual que nos pasa con Betty, tener algo de empatía con un personaje tan abiertamente desagradable es casi imposible, y los manejos con la pobre Beth, un personaje especialmente diseñado para retrotraernos a Betty hace unas temporadas, no mejora la situación. Pero todo parece querer indicarnos que este momento negro de Pete es solo el comienzo: las imágenes de muerte y suicidio lo rodean desde hace rato, y hoy, en un arranque de obviedad bastante incómodo, hasta se usa la palabra y para referir a él. 
Esta temporada, interesante como viene, tiene ciertos elementos de desconexión entre episodios: mientras nos acercamos a los pocos que nos quedan, es hora de ir atando los cabos sueltos, y creo que por eso hubo un cierto sentimiento de “transición” en este episodio, que no casualmente fue escrito por el creador e ideólogo de la serie, Matthew Weiner. 
Algunas observaciones al paso:

  • Los momentos de Peggy y Joan se están transformando en algunas de las escenas mas memorables del programa. Me gusta que finalmente se estén entendiendo y puedan dejar escapar un poco de lo perras que son con los demás. 
  • Otro personaje obviamente gay, con la incomodidad y homofobia que caracteriza a Don y compañía. Cada vez que veo algo así pienso en Sal. ¿Tendremos alguna vez un cameo de Sal de vuelta?
  • Beth se va a tomar “un sec” e ir a la cama. Auspicia esta temporada: Seconal. 
  • Como nos hacen desear con Joan y Roger... ni una escena juntos. Los avances de la semana que viene parecen indicar que se viene una confrontración de algún tipo.

jueves, 3 de mayo de 2012

Comentario: Modern Family 3x21 - Train, planes and car


“Like Sigourney Weaver in Gorilla’s in the Mist”

A veces, menos es más. En el caso de Modern Family, lo que está matando la serie (entre otras cosas) es ser demasiado ambiciosa en cuanto a “cobertura” de las historias (demasiados personajes, demasiados entrecruzamientos, demasiadas historias por episodio). Este pequeño episodio, que en otra serie sería uno más, en este caso nos muestra que la materia prima que hizo de MF el éxito que es todavía está presente.
Tres historias, una por grupo familiar. Adicionalmente, con los personajes principales de cada grupo familiar. Phil se compra un convertible, y Claire no hace un escándalo de esposa de sitcom si no que se va a la playa. Cam y Mitchell pierden un juguete de Lilly. Jay quiere ir a una reunión de ex compañeros de secundaria con su familia y se le presentan inconvenientes. Listo, todo lo que hace falta. Encima algunos one-liners desopilantes (el de Phil sobre Gorilas en la Niebla, el de Gloria sobre “Rock’n’roll heaven”) y los 20 minutos se pasan como si nada y con una sonrisa. De hecho, cuando la grandiosidad sin sentido muestra la cara (un helicoptero, en serio?), ahí es donde la cosa decae.
Hay además un cambio en el tema de darle “corazón” a la serie: en lugar de sentimentalismo forzado, salen a la luz un par de verdades que iluminan a los personajes, sus relaciones y que nos hacen quererlos sin golpes bajos o manipulación: Gloria una vez que entiende que Jay la quiere usar de esposa trofeo, está dispuesta a jugar. Phil entiende por un momento que llevar y traer a sus hijos lo acerca de un modo que es imposible de reproducir. Efectivo, realista y por una vez, para nada forzado. 
Quiero más de estos episodios, y tal vez le damos una oportunidad a la temporada 4. 

miércoles, 2 de mayo de 2012

Comentario The Big C 3x04 - Family Matters

“I’m the Mark Fuckerberg of the gay sex phone industry”

El tema subyacente en este episodio de The Big C es el control, o la ilusión de control. Los diferentes puntos de vista religiosos y new age con los que el programa ha estado coqueteando en esta temporada quieren convencernos que hay “un poder”, “algo mejor”, “una luz” que nos cuida o es nuestro destino o lo que sea, que si queremos algo hay que “demandárselo al mundo”. 
Bueno, yo he decidido tomar algo de control y dejar de ver y comentar The Big C. Claramente este programa, tal como está configurado esta temporada, ya no me interesa.
Y ojo, que este fue probablemente el mejor episodio de los cuatro de la temporada, pero tengo suficiente criterio como para evaluar cuando algo no es para mi.
Pero ya que lo vimos y tomamos notas, hagamos el comentario de despedida.
Abrimos con Sean y su negocio de sexo telefónico. Tengo que admitir que esta historia me parece absurda, y aun así, desopilante. Sean es como el Roger Sterling de la serie, ese personaje que tiene las mejores líneas y que da tan incorrecto no podemos más que quererlo. Resulta que Sean se encuentra con el verdadero Willie, de quién “tomó prestado” el negocio. Willie es Victor Garber y cualquier cosa con Victor Garber es buena televisión. Fue además una agradable sorpresa, porque hablando de control, cada vez es más difícil controlar que se sabe por adelantado de las series. Especialmente cuando como The Big C recurren demasiado a estrellas invitadas con cartel para sumar televidentes. Promocionar a la estrella invitada significa decir que papel va a representar, y en este caso, aunque se sabía que Garber iba a hacer una aparición, nunca se aclaró su papel. Una lástima que para el final del episodio todo haya derivado al patetismo, porque los primeros 3 minutos fueron de la mejor comedia que se vio en la serie.
Por otro lado, luego de su “revelación” la semana pasada, nos enteramos que Cathy, bastante sensatamente considerando su edad y su estado de salud, no quiere tener un bebé, si no adoptarlo. Me pareció una buena idea, así como la cuota de realismo sobre las posibilidades de adopción de dos cuarentones largos al borde de la muerte para adoptar. Me parece una pésima idea la resolución, con Cathy “demandando” al mundo lo que quiere tal como se lo indicó Joy (Susan Sarandon, robando cámara nuevamente. De lo bonito poquito, otro episodio más con Joy ya es insostenible). De hecho, esta resolución fue la que me hizo decir, “hasta acá llegué”.
Es cierto que también ya me venía incomodando la historia de Adam. Por un lado, sigue todos los puntos previsibles: claro que va a pasar algo con “la chica”, claro que ella quiere conservarse virgen, claro que como salió en todas las revistas la manera de mantenerse virgen y mantener contento al novio es ser... creativa sexualmente. Pero por otro lado el manejo de esa frontera entre tomarse en serio el tema religioso y mostrar a los seguidores como irracionales que se ponen “en manos de Dios” no tiene una resolución feliz, y tratar de dejar a todos contentos va a resultar en malos guiones. Gracias, pero no. 
Cerrando, Paul es un personaje que cumplió con su ciclo de vida, y la solución no es darle más preeminencia. 
Sinceramente le deseo lo mejor a la serie, porque hay talento real involucrado, pero no puedo seguir mirándola y todas las semanas escribiendo lo decepcionado que estoy. 
Gracias por todo, hasta acá llegué. 

martes, 1 de mayo de 2012

Comentario Nurse Jackie 4x04 - Slow growing monsters


“Hang in there!”

La semana pasada comentaba algunas similitudes que estaba encontrando entre Nurse JackieMad Men. Tenía más que nada que ver con la caracterización de Don y Jackie. Esta semana encuentro más similitudes, y esta vez tiene que ver con lo formal y lo argumental.
Desde lo formal, hay algo distinto en la narración de ambas series este año, algo de inmediatez, impacto y resolución que no era el estilo clásico de ninguna de ambas. En cada episodio pasa algo, y algo fuerte. En el caso de Mad Men son esos momentos icónicos que parecen resumir todo el episodio en una imagen (Zou Bisou Bisou, Fat Betty, Campbell vs. Pryce, Roger en ácido, y así). En el caso de Jackie son todos esos momentos que parecían estar contenidos en las temporadas anteriores, y que ahora salen a la luz, todos juntos, principalmente, la caída de las mentiras de Jackie. 
Claro, hay algo también que en algún nivel el personaje siempre supo, que es que cada mentira sostenía a las demás, y si cae una, caen todas. Entonces tenemos a Grace enterada de donde estuvo su madre, lo que significa que indirectamente se entera Zoe, que va a traer cola en el hospital, y Jackie contándole a Kevin de su problema, y Kevin enfrentándolo a Eddie, y la batalla por la custodia de las nenas que se viene. 
Aun así, es un poco mucho. Las productoras ejecutivas de la serie ya habían confirmado que había sido una condición para la renovación de la serie que fueran pasando cosas en los episodios y no que todo se resolviera en los dos últimos (las malas lenguas dicen que AMC hizo algo parecido para renovar Mad Men, Matthew Weiner no lo confirma ni lo niega), y si bien es bienvenido, también nos deja pensando con que más se pueden descolgar: la fórmula “superen esto” fue lo que mató a Weeds, después de todo. 
Por el lado argumental, Grace Peyton y Sally Draper tienen aproximadamente la misma edad, ambas tienen padres recientemente separados y atravesando grandes cambios, y una adolescencia incipiente que va a ser el vehículo para que expresen todos sus malestares. Lo curioso es que del mismo modo que la reacción de Don ante la sexualidad de su hija es esperable para un padre y para la época, la censora en este caso es Jackie, al punto de rozar con la obsesión. Una historia que seguro que continuará y que sigue apoyándose en el personaje más consistentemente escrito del programa -Grace- y en un actriz capaz de ponérselo al hombro -Ruby Jerins- . Realmente, ¿qué les dan de comer a estos pibes? Jerins y Kiernan Shipka (Sally Draper) deben ser dos de las mejores actrices trabajando en televisión en este momento. 
Por lo demás, lamento haber estado en lo correcto en la relación padre e hijo de Cruz y Charlie, algo que me molesta por partida doble, ya que no me gusta argumentalmente y porque me parece un cliché innecesario haber contratado a padre e hijo para hacer de padre e hijo. 
Esta semana fueron interesantes también los casos médicos por haber permitido desarrollar un poco más a varios de los personajes principales (Jackie y O’hara con la embarazada no embarazada, y Thor y Coop con el “pene quebrado”). De todas maneras, me parece que hay mucho elenco desaprovechado, y en lugar de haber agregado personajes como Cruz podrían haber desarrollado más a los que ya tenían.
Puede parecer que no me gustó nada el episodio, pero no es así, simplemente estoy “pensando en voz alta” algunas cosas que están cambiando y a las que nos tenemos que acomodar.